Es el tercer intento que hará un grupo de concejales de Asunción que pretende rechazar el veto del intendente Óscar Rodríguez a una ordenanza que limita la instalación de estaciones de servicio con el alevoso objetivo de permitir que continúe el monopolio que tienen dos clanes familiares en la capital.
La ordenanza “Que establece la provisión, manipuleo, almacenamiento de combustibles, líquidos y gaseosos, así como el funcionamiento de los locales, destinados a su comercialización y actividades afines” establece una distancia mínima de mil metros entre estaciones de servicio, con lo cual se eliminaría la posibilidad de que surjan nuevos emblemas y prohíbe la competencia.
Tanto la Corte Suprema de Justicia como la Comisión Nacional de Competencia (Conacom) ya sentaron postura en contra de la ordenanza municipal, a pesar de lo cual este grupo de concejales intentará rechazar el veto de Rodríguez. El máximo tribunal de la República declaró inconstitucional dicha ordenanza.
El tema figura en el orden del día de la sesión de esta mañana, tal como ocurrió los 2 jueves anteriores. Sin embargo, hasta ahora no lograron conseguir los votos necesarios (16) para rechazar la postura del Ejecutivo municipal, por lo que lo postergan. Habrá que ver si hoy lo consiguen.
Según representantes de la Cámara de Distribuidoras Paraguayas de Combustible (Cadicap), la intención de la ordenanza es evitar que estaciones de servicio nuevas compitan con las existentes; también, dictar precios e imponer la calidad que el usuario debe consumir.
De acuerdo a la Cadicap, más del 70% de las estaciones de servicio de Asunción es controlado por dos grupos económicos que manejan el 90% del mercado de combustibles.