Velázquez quedará, nada muy distinto pasará… pero seguro el robo continuará, otro bandido más que el pueblo aguantará. Su pandilla nueva traerá y así será como el gobierno, guaú, se renovará, una gavilla por otra es todo lo que cambiará.
Pobrecito Marito, ahora se estará dando cuenta que fue puesto ahí para entregar al Paraguay, por cobarde, pusilánime y corrupto, traicionar le fué facil gracias a su sangre, que no es agua.
Sin embargo, creo que en ningún momento el turquito traidor fue inocente. Apenas le dieron las llaves del palacio corrió a abrir la puerta trasera para que entren por allí todos los enemigos del Paraguay, pero el principal entró por la puerta principal, él.
Sus primeras obras de gobierno fueron dos grandes cagadas que perjudicó enormemente al Paraguay.
El retiro de la embajada de Jerusalén fue la primera. Esto trajo la maldición, dejó de llover, hasta el rio Paraguay se secó. Ya se había secado el Pilcomayo con el otro maldito de Cartes, hoy su principal cómplice en el poder. Así es como Pinchito y Pinchame se fueron a nadar pero ninguno se ahogó porque hasta el lago se secó. Creo que la mayoría de los paraguayos ahogaría con gusto y saña a ambos.
El desequilibrio de Marito radica en que no tiene la suficiente dosis de maldad para ser jefe de Estado como ciertamente la tenía Pinchito, quizás hasta esto estaba calculado por el embajador quien lo puso en la silla de los López. Había mucho que hacer según la agenda global y sabía que este blandengue no iba a poner resistencia a nada ni hacerse el gallito como Pinchito hasta que lo hicieron gallina aquel mediodía que le atraparon a su cuate Messer, casi fue caldo si qué.
La segunda gran cagada fue su primera obra local de gobierno; el paquete anti-lavado. Un adefesio de 10 «leyes» para desacelerar la economía paraguaya, bajar sus latidos casi a cero para tenerla en agonía pero sin matarla. La verdad, desde que se fue Stroessner creo que esta fue una de las estocadas más profunda que se le dio a la república. Por supuesto que no nació este proyecto de su estúpida cabeza si no de los yankis de mierda, como que de siempre, de su patrón, el embajador del mal, el gay friendly Lee Mc Fagget (fagget quiere decir super puto en el slang norteamericano). Aunque es fundamental agregar que nada de esto hubiera sido posible sin la complicidad del chiquero al que llaman «Congreso Nacional».
Pero a dónde quiero llegar, por más que la salida de Marito a la gente mucho pueda aliviar, muy poco la cosa pública va a cambiar y es aquí donde quiero responsabilizar al supuesto soberano de lo que queda de esta mal trecha república del Paraguay.
Desatar, desbaratar, deshacer lo más posible todo lo que hace a este desastroso Estado paraguayo, trozarlo. Privatizar, obsequiar si necesario fuere, «hasta regalando dejamos de perder» (Andrés Rodríguez) estos elefantes blancos que chupan con su trompa lo exiguo que produce la economía de nuestro país. Suprimir, eliminar las nefastas instituciones tan perjudiciales como inútiles que succionan gran parte del presupuesto para mantener zánganos y parásitos además del daño que producen con sus intervenciones desquiciadas.
Todo lo que se construye y se vé, primero fue una idea dijo Friederich von Hayek, uno de mis autores favoritos. Y digo yo, en este caso, prácticamente todo lo que se ve del Estado paraguayo hay que destruir.
Si a estas alturas, por vuestro espíritu idolátrico no se dan cuenta que el Estado es nuestro enemigo, que así como está hay que combatirlo y en lo posible destruirlo, son parte del problema.
Si no son capaces de hacerse la idea que la ANDE, el BCPY, el IPS, la SENAD, SEPRELAD y SENABICO hay que eliminar, así como la INC, ACEPAR, VOX, COPACO y PETROPAR privatizar, suprimir el ministerio de la mujer en primer lugar, el de la mala educación y el de la enfermedad también, así como deshacerse del MITIC y la televisión pública, la CONATEL si aún existe, entonces ustedes son abono del problema.
Y para redondear, si forman parte del diario cacareo sobre la ineficiencia del gobierno en la adquisición y distribución de las vacunas, son unos necios que le piden peras al olmo y no tienen autoridad aunque sí libertad para criticar a Marito. Pero te diría la de Cristo: «Para ver la paja en el ojo de tu hermano quítate primero la rama del tuyo».
Marito es una mierda pero es menos peor que Piñera y Alberto Fernández, desgraciados hijos de puta. Por supuesto no le llega ni al tobillo a Bolsonaro y como sobrino de Stroessner es una deshonra para la familia del General.
Pero si la mayoría sigue pensando que el cambio está en el cambio de ministros o presidentes, siguen mereciendo lo que tienen, porque son ustedes los que lo sostienen.
Por mi… ¡se pueden ir todos a la puta!
