Este viernes se reinició el juicio oral por la querella que le entablara la diputada Celeste Amarilla al exsenador Víctor Bogado por, supuestamente, haber denigrado la memoria de su difunto esposo, el también político Franklin Boccia, ex director de la Itaipú Binacional.
Fiel a su estilo, la diputada montó un show y buscó descalificar a su eventual adversario hasta por la elección de zapatos que hizo para ese día; pero, lo concreto, es que en su intento por limpiar la memoria de su difunto esposo, obligó a su contraparte a rescatar los archivos de la época, si, esos archivos de los que nadie suele salvarse.
El primero de esos archivos fue un video en el que la diputada manifestaba, con tono ofendido que: “Mi esposo no contrató a nadie en los trece meses que estuvo en Itaipú”.
Ese video de unos pocos segundos, inmediatamente fue contrastado con documentación de la binacional que niega las palabras de la diputada Amarilla, Franklin Boccia contrató, en trece meses, un total de 199 funcionarios, a razón de 15 funcionarios por mes, un empleado cada dos días.
Desde entonces, desde el momento en que se hizo pública esta información, la diputada Celeste Amarilla abandonó las redes sociales, se mantiene en silencio y ya no se burla de como visten sus rivales.
Recuerde las palabras de Gandhi, diputada: “Mejor ser vencido diciendo la verdad, que triunfar por la mentira”, parece que esta vez le tocó perder… contra la verdad.
