Son comidilla entre los diplomáticos que habitan el Palacio de Benigno López los documentos que circulan y revelarían un faltante de 500 millones de guaraníes en la Embajada Paraguaya en Chile, a cargo de un ex Canciller de Mario Abdo Benítez, y que serían acercados en breve a la Contraloría General de la República y a la Auditoria del Poder Ejecutivo.
Antonio Rivas Palacios, titular de la delegación diplomática en Chile es el ordenador de gastos y los documentos que obran en su administración revelarían la desaparición de cerca de 500 millones de guaraníes desde que asumió esa Misión.
Luego del escándalo que atravesó el entonces Canciller Luis Alberto Castiglioni, el hoy ministro del Interior, Federico González, sugirió al presidente Abdo que designe a Rivas al frente del Ministerio de Relaciones Exteriores teniendo en cuenta que era un hombre de la casa.
La gestión de Rivas al frente del Ministerio de Relaciones Exteriores estuvo caracterizada por denuncias como la que hizo la senadora del Partido Colorado Lilian Samaniego, al no cumplir la Cancillería con las políticas de austeridad que fueron implementadas por el gobierno ante la crisis sanitaria y económica generada por el COVID. Además vale la pena recordar, que el senador Pedro Santacruz, entonces PDP y aliado de Abdo, denuncio en el Senado en 2020 al Canciller Rivas y al Presidente de Puertos por la entrega del Depósito Franco nacional en el Puerto de Buenos Aires (un espacio estratégico y clave para la actividad portuaria ocupada por el Paraguay desde 1943) a cambio de un lugar de menor valía en otra área y en la misma sesión, el senador Carlos Filizzola cuestionó qué la reparación del nuevo espacio físico en el Puerto de Buenos Aires fue realizado por una empresa cercana a la familia del denunciado. Por otra parte, otro senador oficialista, Juan Afara, expresó “Me parece que el canciller vive en otro país, estoy podrido y cree que es encumbrado y está solamente para ir a hacer chin”, y lo califico de “Gran Inútil” todo ello, luego de que Rivas disponga el cierre de la oficina permanente del Consulado paraguayo en Posadas, en la zona primaria del puente San Roque González, lado paraguayo, instalada para tramitar la provisión de medicamentos proveídos desde Misiones a ciudadanos de nuestro país en época de pandemia, decisión que fue revertida por Rivas luego de la presión ciudadana.
Normalmente la Comisión de RREE del Senado tiene sintonía con los Cancilleres de turno, pero Rivas fue la excepción, tanto así que en sesión de la Comisión lo tildaron de “Genuflexo” y analizaron su interpelación, luego de que Rivas remitiera a la Comisión una nota en la que presenta las propuestas de los integrantes de la Comisión Asesora de la Revisión del Anexo C del Tratado de Itaipú, y el informe presentado al equipo negociador. Esto se transformó en un escándalo y varios Senadores expresaron que no confían en el Canciller Rivas y mucho menos en su capacidad negociadora para articular las negociaciones del Anexo C de Itaipú.
Finalmente, luego de que Rivas no logró articular una agenda mínima con el sector político oficialista, sus limitaciones en el plano internacional y tras no poder navegar entre los intereses y posiciones desatados en el Ministerio entre funcionarios, Asociaciones y Sindicatos, se sugirió al presidente Abdo que lo reemplace para poner orden en la casa, retomar la conducción internacional y descomprimir las tensiones.
Pero a un año y algo de estar en su exilio dorado en “Las Condes”, de nuevo sale la hilacha, y comentan que Rivas busca persistentemente al Canciller Arriola para que se pueda resolver el supuesto faltante de dinero y sea utilizado de chivo expiatorio un personal contratado de nacionalidad chilena.