Foto Miguel Báez
“El tesón es el símbolo de los vencedores” es una frase que mi viejo solía decirme cuando era chico. La perseverancia, la fortaleza, la confraternidad y el uso de la razón son algunos componentes que sirven en los procesos que determinan el éxito de un equipo, y durante este año, el decano de nuestro futbol demostró tener mucho de lo antes mencionado sin tener variedad de grandes figuras, sin ser el equipo de mejor pago, y menos aún el de mejor calidad futbolística.
Hace más de un año atrás, Olimpia volvió a tropezar con aquella vieja piedra que la propia institución se pone en su camino como una especie de prueba histórica, a la que trata sacarla de enfrente para demostrar su fortaleza, pero como ya ocurrió en varias ocasiones, terminó tropezando con ella y cayó estrepitosamente.
Dicha piedra a la cual me refiero es la negligencia de sus dirigentes. Nuevamente la imprudencia de quienes manejaban el timón del club hasta hace más de un año atrás, dejaron a la institución a las puertas de una catástrofe económica, deportiva y social; tal cual como ya había sucedido entre los años 2004 y 2010. Una vez más Olimpia debía lidiar contra sus propias incorreciones, provocadas principalmente por el cholulo (vyro chusco) que hizo “contratos a lo boludo” y el vendedor de hamburguesas de ratón que dirigió la institución como un kiosco.
Olimpia enfrentó con fuerza a sus problemas, y pudo evitar una debacle deportiva. Con ello logró que socialmente el club esté “estabilizado” en cuanto al apoyo de sus socios, pero bajo ningún aspecto pudo zafarse del desastre económico.
“Demandas van – demandas vienen, los periodistas se divierten” dicen algunos encumbrados socios de la institución decana en alusión al guiso de fideos con caca que diariamente se tuvieron que comer por las informaciones que salían a la luz sobre el mal manejo que tuvo su club a través de los ex dirigentes, y a todo eso agregándole la puñalada a traición de quien se decía ser su máximo referente deportivo en la actualidad, abandonando el barco cuando más los olimpistas necesitaban estar unidos; pero ¿quién sabe? Habrá tenido sus razones. Tal vez algún día tenga las agallas para contarlas.
A pesar del mal momento provocado por su antiguo “referente”, los muchachos del Olimpia demostraron la confraternidad que reinaba entre ellos, y eso se pudo ver durante la desgracia que vivió Iván Torres tras la muerte de su esposa. Fueron ellos (o al menos en parte) quienes le dieron las fuerzas para continuar, cuando él quería dejar todo atrás.
De ésta manera Olimpia arrancaba el 2022: apretado hasta las bolas económicamente, demandado hasta no poder contratar nuevos jugadores, con pesadillas que vivieron en carne propia algunos de sus componentes, pero con el grupo unido.
La campaña de Olimpia durante este año es parecida a una ecuación matemática que nos enseñaban en el colegio, la cual es la ley de extremos y medios en una división de fracciones. En la multiplicación de los extremos, Olimpia tuvo como resultado números pares y pudo tener resultados exactos, mientras que en la multiplicación de los medios, tuvo números impares y el resultado terminó de nuevo en fracciones. ¿A qué joraca me estoy refiriendo con esto?, pues a que Olimpia tuvo buenos resultados a principios de año, durante mediados de año fue impreciso y dio lástima, y sobre el final volvieron los buenos resultados nuevamente.
En los primeros partidos de la copa libertadores de américa, se vio el compromiso que tienen los jugadores con la institución. Conscientes de que debían clasificar a fase de grupos para ayudar económicamente a la institución y así lo hicieron. Durante el campeonato apertura y la fase de grupos de la copa, se vieron las grandes falencias que tiene Olimpia futbolísticamente, principalmente en la zona defensiva, y siendo demasiado dependiente de lo que puedan hacer Derlis González y Gastón Olveira.
Muy lentamente, el equipo comandado por Julio César Cáceres fue puliendo las fallas que tenía. Las correcciones no fueron del todo efectivas, pero si lo suficientes para tener buenos resultados; ya que el juego que plantea Cáceres no es algo que rompen los ojos de lo maravilloso que es, sino que su equipo trasmite jerarquía y tiene mística. Esa fuerza capaz de lograr grandes triunfos cuando la adversidad se asoma.
A todo esto, vale destacar la labor hecha por el preparador físico de la institución decana. Ya que Olimpia no pudo contratar jugadores para esta temporada, se trajo a un PF de excelsa categoría como lo es Elvio Paolorosso. Francamente la gran contratación que tuvo Olimpia este año, mucho de los éxitos del rey de copas en esta temporada se deben gracias a la labor de este señor que trabaja a la par de la juventud de los jugadores a pesar de sus canas.
Así mismo, también cabe mencionar la unión que tuvieron varios antiguos expresidentes y socios vitalicios de la institución para solucionar varios problemas económicos y de infraestructura que arrastra el Club Olimpia. Si esta camaradería no hubiera existido, el decano de nuestro futbol no podría haber conseguido logros deportivos y estaría más hundido en materia económica.
Todo esto valió para que Olimpia sea el campeón con más puntos en el futbol paraguayo, campeón invicto e indiscutible en el futbol femenino, conquistó logros en otras ramas deportivas. Hasta la fecha en que se publica esta nota, puede ser campeón en la categoría reserva, y tuvo buenos resultados en divisiones inferiores.
La gran deuda deportiva sigue siendo el basquetbol, en donde el equipo de Olimpia hasta el momento no es más que un rejuntado de dinosaurios que tienen como costumbre perder sus partidos en el último cuarto de juego o en el último segundo, pero tal vez esto se puede aun mejorar.
El infortunio acosa al Olimpia durante los últimos tiempos, pero El Decano sabe más por viejo y no se deja intimidar ante la adversidad, demostrando coraje, mística, sabiduría y tesón. Esas mismas características que lo hicieron una institución respetada por el mundo entero.
Tal como un ave fénix, Olimpia este año renació de sus cenizas y tomó alto vuelo a la gloria. Y habrá que ver si el año próximo siguen con el mismo temple, especialmente en los torneos internacionales, que es el gran déficit deportivo del Club Olimpia en las últimas dos décadas.