Con la Fiscalía siguiéndole los pasos y un pedido de pérdida de investidura, la diputada liberal deberá preparar toda su artillería para defenderse de lo que le espera, todo por la mala costumbre que tiene de no pensar en lo que dice y tirar basura contra el ventilador sin pensar que a ella no le tocará.
El sincericidio al que recurrió en la última sesión del directorio liberal con la intención de atacar a Dionisio Amarilla, le podría costar muy caro a Celeste Amarilla, quien públicamente reconoció que había pagado coima para quedarse con licitaciones de merienda escolar.
El colorado Basilio Núñez ya anunció que esta semana presentará un pedido de pérdida de investidura en contra de ella y un ciudadano la denunció ante la Fiscalía por enriquecimiento ilícito y otros hechos punibles. Así que en pocos días, Amarilla puede quedarse sin banca y procesada por la Justicia.
Así que a sus pedidos de coima se suma su enojo por, supuestamente, sentirse traicionada por sus correligionarios. De ahí que parece muy lógico pensar que amenazará con dar nombres de los otros liberales “coimeros” si es que no la sacan del entuerto en el que se metió por bocona.
Al respecto, Antonio Buzarquis, diputado nacional por el PLRA afirmó que «si Celeste cometió algún tipo de inconducta, se tiene que ir. Y tengo conocimiento de la inconducta de otros legisladoras que también se tienen que ir. No puede ser que por ser correligionario se proteja a algunos y a otros no”.