El dictador Nicolás Maduro quiere aprovechar la tensión en la frontera de Ucrania para tensar aún más sus relaciones con Estados Unidos.
El presidente ruso Vladimir Putin sostuvo una conversación telefónica con el líder chavista, en la que ambos reafirmaron la voluntad de estrechar la cooperación entre Moscú y Caracas.
“Acordaron activar los contactos ruso-venezolanos a diversos niveles”, informó el Kremlin, al señalar que Putin expresó su “apoyo invariable a los esfuerzos de las autoridades venezolanas dirigidos a fortalecer la soberanía y garantizar el desarrollo económico y social del país”.
Los mandatarios debatieron temas actuales de las relaciones entre ambos países, así como el avance de los proyectos conjuntos en las esferas del comercio, la economía y la energía.
Además, Putin y Maduro confirmaron la intención de “mantener la estrecha coordinación” ante los organismos internacionales “en correspondencia con los principios de asociación estratégica que rigen las relaciones de los dos Estados”.
“Se subrayó la importancia de continuar la cooperación en la lucha contra el coronavirus, incluyendo los suministros de vacunas rusas a Venezuela”, añadió el Kremlin.
El reporte de Moscú no mencionó la polémica de los últimos días referida a la posible instalación de bases rusas en territorio de Venezuela y Cuba.
La posibilidad, en tono de amenaza, fue pronunciada días atrás por el vicecanciller ruso Sergei Ryabkov, uno de los más altos diplomáticos del gobierno de Putin y quien encabezó la delegación de su país en las conversaciones del lunes en Ginebra. Él afirmó que no se puede descartar un despliegue militar de Rusia en Cuba y Venezuela si aumentan las tensiones con Estados Unidos.
Hablando en una entrevista con la televisión rusa RTVI, Ryabkov señaló que “todo depende de la acción de nuestros homólogos estadounidenses”, y señaló que Vladimir Putin advirtió que su país podría tomar medidas técnico-militares si Estados Unidos actúa para “provocar” a Rusia y aumentar la presión militar sobre el país.
Ryabkov dijo que Estados Unidos y la OTAN han rechazado la demanda clave de Rusia de garantías que impidan la expansión de la alianza a Ucrania y otras naciones ex soviéticas, y agregó que la marcada diferencia en los enfoques genera dudas sobre la posibilidad de continuar las conversaciones.