El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, dio a conocer este miércoles los lineamientos estratégicos del G20 que su país organizará en 2026 en Miami, Florida. Bajo la conducción del presidente Donald Trump, Rubio planteó un giro drástico en la orientación del foro económico más importante del mundo.
Según explicó Rubio, la Casa Blanca apuesta a un G20 “post-woke”, centrado en la desregulación económica, el impulso a una energía más asequible y en la seguridad de las cadenas de suministro globales. Rubios sostuvo que dejan atrás —en su visión— “las obsesiones ideológicas en torno a la energía verde”.
La próxima cumbre, que se celebrará en diciembre de 2026 en Miami —en un resort de la propia propiedad del presidente—, presenta una propuesta renovada: reducir las cargas regulatorias, garantizar el acceso a energía confiable y barata, fomentar cadenas de suministro seguras y promover avances tecnológicos, particularmente en campos como la inteligencia artificial. Estas prioridades buscan reorientar la agenda del G20 hacia lo que Estados Unidos define como crecimiento, prosperidad e innovación.
Rubio defendió esta nueva orientación como una necesidad para hacer frente a los desafíos globales de la economía moderna. En sus palabras, la cumbre debe reflejar “una economía global realista, centrada en resultados concretos”, en contraste con lo que calificó como agendas ideológicas que, a su juicio, han saturado los debates internacionales en los últimos años.
El anuncio marca además la primera vez en casi dos décadas que Estados Unidos será sede del G20, lo que convierte a Miami en el epicentro mundial de la diplomacia y la economía cuando se reúnan los líderes de las principales economías del planeta.




