En un emotivo discurso ante el pleno del Parlamento israelí, el presidente de Estados Unidos celebró la liberación de todos los secuestrados con vida que mantenía Hamás en Gaza durante más de dos años. Recibido entre ovaciones, el mandatario destacó la trascendencia histórica del momento.
“Es el amanecer de un nuevo Medio Oriente”, afirmó. “Hoy los cielos están en calma, las armas callan, las sirenas se han apagado y el sol sale sobre una tierra santa que por fin está en paz”. Además, agregó: “Esta tierra y esta región, si Dios quiere, vivirá en paz por toda la eternidad”.
El presidente estadounidense subrayó que su compromiso no se limita al regreso de los rehenes, sino que busca mantener un acuerdo duradero que garantice la estabilidad en la región. “Esto no es solo el final de una guerra, es el final de una era de terror y el comienzo de una era de fe y esperanza, y de Dios. Es el comienzo de una gran concordia y una armonía duradera para todas las naciones de lo que pronto será una región verdaderamente magnífica. Lo creo firmemente. Este es el amanecer histórico de un nuevo Medio Oriente”, concluyó.
El discurso fue recibido con aplausos de los legisladores israelíes y simboliza un momento histórico en las relaciones entre Estados Unidos e Israel, así como en los esfuerzos por lograr la paz en la región.