Desde 1904, en que se habilitó la Colonia Nueva Italia, donde actualmente está asentada la zona urbana y rural, los pobladores esperaron más de un siglo para el inicio de la formalización de sus tierras. Los ocupantes originales ya no están y los que van a beneficiarse con la titulación de tierras son la cuarta y quinta generación de los neoitalianos.
Luego de 121 años, Nueva Italia, inicia el proceso de regularización jurídica de sus tierras y el lanzamiento del inicio de los trabajos lo realizaron el presidente del INDERT, profesor Francisco Ruiz Díaz, y el ministro del Interior, Dr. Enrique Riera Escudero, ante el Intendente municipal, Alcides Gamarra, concejales, representantes del MADES, Procuraduría General de la República, Ministerio de Salud y beneficiarios.
La primera etapa de los trabajos para la regularización de los inmuebles beneficiará a unas 10.000 personas, asentadas en 11.000 hectáreas, divididos en más de 6.200 lotes, que podría ampliarse, porque en el loteamiento, los titulares pueden ya partir los terrenos a nombre de sus hijos y eso amplía la cantidad de lotes, explicó el presidente del INDERT.
El ministro del Interior, Enrique Riera, explicó que el proceso que se está viviendo por la voluntad política del presidente de la República, Santiago Peña, y el vicepresidente, Pedro Alliana, es similar al que vivió Perú en los años 80 y citó al economista Hernando de Soto, que decía que los países no son pobres, sólo que sus activos no están contabilizados con un título.
Señaló que esa realidad es la que se está revirtiendo con el trabajo en equipo que lidera el Ministerio del Interior, junto a otras instituciones, cuando los casos son complejos. Entre ellos mencionó los de Andrés Barbero y Marina Cue, que ya se están convirtiendo en colonias modelo, con el gran trabajo del presidente del INDERT y su equipo, en cooperación de varias instituciones, como Catastro, Registros Públicos, MADES, Escribanía Mayor de Gobierno, Procuraduría, entre otras.
Con la titulación de tierras de Nueva Italia, se va a incluir a la población en un proceso de transformación, que le permitirá el acceso al crédito, seguridad jurídica para invertir, para producir y mejorar la calidad de vida de sus familias y mayor incidencia en la economía del país.