El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y el recientemente asumido presidente sirio, Ahmed al Sharaa, alcanzaron este viernes por la noche un acuerdo de alto el fuego, luego de que fuerzas israelíes bombardearan edificios gubernamentales en la ciudad de Damasco.
La tregua fue auspiciada por Estados Unidos y anunciada públicamente por su enviado especial en Siria, Tom Barrack, quien emitió un comunicado a través de la red social X. “Llamamos a los drusos, los beduinos y los sunitas a deponer las armas y, conjuntamente con las otras minorías, a construir una identidad siria nueva y unida, en la paz y la prosperidad con sus vecinos”, expresó Barrack.
La intervención israelí se produjo en el contexto de una creciente escalada de violencia interna en Siria, particularmente en la ciudad de Sueida y sus alrededores, donde desde el domingo se han intensificado los enfrentamientos entre la comunidad drusa y los grupos beduinos y sunitas.
El anuncio del alto el fuego representa un paso significativo en la búsqueda de estabilización en una región marcada por conflictos étnicos y religiosos persistentes, y sugiere un intento de rediseño del equilibrio político interno sirio con respaldo internacional.