El Reino Unido dio un giro estratégico en materia de seguridad y defensa con el anuncio de un ambicioso programa de rearmamento, encabezado por el primer ministro laborista Keir Starmer. Desde Glasgow, el mandatario británico presentó una serie de medidas que buscan responder al nuevo escenario internacional, marcado por una creciente tensión con Rusia.
«El mundo ha cambiado y estamos entrando en una nueva era», afirmó Starmer en declaraciones a la BBC, anticipando lo que sería uno de los anuncios más significativos en política de defensa desde el fin de la Guerra Fría. Bajo el lema «Asegurando el futuro de Gran Bretaña», el primer ministro confirmó la construcción de seis fábricas de municiones, que generarán unos mil puestos de trabajo, y la producción de 12 submarinos de ataque de propulsión nuclear, en el marco de la alianza Aukus con Estados Unidos y Australia.
«La amenaza es cada vez más seria, más inmediata, más imprevisible que nunca desde la Guerra Fría», expresó Starmer desde una tarima en la ciudad escocesa. El líder laborista fue tajante al señalar que el país se está «preparando para la guerra», en un contexto en el que, según explicó, «hay más inestabilidad en materia de defensa y seguridad que en muchos años».
El plan contempla también una inversión de 20.000 millones de dólares en el programa de producción de ojivas nucleares, lo que representa un refuerzo significativo del arsenal disuasivo británico. «Se trata del refuerzo de nuestra disuasión nuclear como garante de nuestra seguridad y protección», explicó el jefe de Gobierno.
En un artículo publicado el domingo en The Sun, Starmer delineó con claridad su visión: «Restablecer la capacidad de combate del Reino Unido como objetivo principal de nuestras Fuerzas Armadas». En este sentido, abogó por integrar todas las capacidades militares disponibles, desde el uso de drones y artillería hasta la inteligencia y el factor humano, para conformar «una máquina de combate formidable e integrada».
El aumento del gasto en defensa, que Starmer ya había anunciado en febrero, se concretará en un salto del 2,3 % actual al 2,5 % del PIB en 2027, lo que representa el mayor incremento desde la caída del Muro de Berlín.