Un cambio drástico en la postura institucional del Buró Federal de Investigaciones (FBI) marca el inicio de una nueva era en la agencia. Según reveló la cadena Fox News, los agentes y directores del FBI recibieron este jueves un correo electrónico de la dirección central en el que se les instruye explícitamente a no participar en actividades oficiales vinculadas al Mes del Orgullo LGBT. La decisión representa un claro quiebre respecto a la línea adoptada durante el gobierno del expresidente Joe Biden.
“He recibido varias preguntas sobre la postura del FBI respecto al Mes del Orgullo y qué actividades relacionadas deberían o no realizar las divisiones y empleados del FBI. Por lo tanto, quiero aprovechar la oportunidad para aclarar las expectativas de la dirección del FBI: No debe haber acciones, eventos o mensajes oficiales del FBI relacionados con el Mes del Orgullo”, escribió en un correo Ben Williamson, subdirector de Asuntos Públicos del FBI, dirigido a subdirectores a cargo y agentes especiales.
En el mismo mensaje, Williamson aclaró que los empleados son “libres de hacer lo que deseen” en su “capacidad personal” y en su “tiempo libre”, pero subrayó que “durante el horario del FBI, utilizando recursos del FBI y su afiliación con el Buró, se espera que ellos y sus divisiones no realicen acciones oficiales ni emitan mensajes específicos”.
El funcionario también enfatizó que esta política “no disminuye en absoluto el compromiso del FBI de servir y proteger a todos los estadounidenses en nuestro país o de dar la bienvenida a colegas de todos los ámbitos”. Lo que sí pretende, explicó, es asegurar que la ciudadanía perciba que el FBI está “enfocado únicamente en nuestra misión principal”.
Esta redefinición institucional coincide con la línea trazada por la nueva administración del presidente Donald Trump, que meses atrás desmanteló oficialmente los programas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) en el ámbito federal. En contraste con la agenda promovida por su antecesor, el gobierno republicano ha optado por privilegiar la meritocracia y el profesionalismo, dejando atrás políticas identitarias que, según sus críticos, minaban la neutralidad y eficiencia del servicio público.
“Dejen que los buenos policías sean policías y reconstruyan la confianza en el FBI”, sentenció el actual director de la agencia, Kash Patel, en su primera declaración tras asumir el cargo, marcando así una nueva etapa en la que el enfoque vuelve a centrarse en la seguridad, el cumplimiento de la ley y el servicio imparcial a toda la ciudadanía.