El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, está modificando su postura intransigente hacia China, a la que de hecho amenazó con imponer un arancel del 145% para reducir el déficit comercial que Washington mantiene con Pekín, así como para reimpulsar la industria nacional estadounidense.
Por estas horas, el mandatario estadounidense está definiendo un nuevo arancel para Pekín, mucho menor, mientras su secretario de Tesoro se dirige en un avión a Ginebra, la capital de Suecia, para reunirse con funcionarios chinos para negociar la cuestión de las tarifas, en una cumbre extraoficial clave con el gobierno de Xi Jinping.
Donald Trump ha dicho este viernes (09/05/35) que un arancel del 80 por ciento a las importaciones chinas «parece correcto», justo antes de las conversaciones en Ginebra de este fin de semana.
A través de su plataforma Truth Social, el líder de los Estados Unidos reculó: «¡Un arancel del 80 % a China me parece correcto! Depende de Scott B.», en referencia al secretario del Tesoro, Scott Bessent, que se reunirá este domingo con funcionarios chinos.