La multinacional del aborto Planned Parenthood atraviesa una de las crisis más severas de su historia. Luego de haber sobrevivido a la embestida de Donald Trump durante su primer mandato, la organización enfrenta nuevamente el riesgo de perder millones de dólares en financiamiento federal ante el regreso del republicano a la Casa Blanca. Sin embargo, el asedio no proviene únicamente de la derecha provida, sino también de sectores progresistas que comienzan a cuestionar sus prácticas internas y el manejo de sus recursos.
En un giro inesperado, el prestigioso The New York Times, un medio tradicionalmente afín a la agenda progresista, ha publicado un demoledor informe titulado «Atención chapucera y personal cansado: Planned Parenthood en crisis». En el artículo, se denuncia que la organización enfrenta graves problemas financieros, fallos en la calidad de la atención médica y una gestión inadecuada de sus clínicas. El subtítulo refuerza estas acusaciones al señalar que «pacientes denuncian abortos fallidos, DIU extraviados y personal con formación inadecuada», lo que deja en evidencia la precariedad de los servicios que ofrece la multinacional abortista.
El reportaje también saca a la luz prácticas financieras opacas, un tema que hasta ahora los medios de izquierda habían evitado abordar. Se cuestiona no solo la viabilidad económica de la organización, sino también el origen y destino de los fondos que recibe. En particular, se menciona que dinero público habría sido desviado para financiar campañas de políticos demócratas que luego podrían beneficiar a la organización con mayores subsidios.
Con este escenario, Planned Parenthood se encuentra entre la espada y la pared: por un lado, el regreso de Trump amenaza con cortar la financiación que ha mantenido a flote sus operaciones; por el otro, los medios progresistas empiezan a hacerle el vacío, revelando lo que hasta ahora preferían silenciar. La crisis en la que se hunde la multinacional del aborto podría marcar un punto de inflexión en el debate sobre su rol en la sociedad y la política estadounidense.