La participación en las elecciones generales de Alemania ascendió a entre el 83% y 84%, según los pronósticos de las cadenas de televisión públicas ZDF y ARD, lo que supone la cifra más alta desde la reunificación del país en 1990.
El bloque conservador formado por la Unión Cristianodemócrata y la Unión Socialcristiana (CDU/CSU) fue la fuerza más votada en las elecciones generales de este domingo en Alemania, con entre un 28,5% y un 29%, seguida por Alternativa por Alemania, con entre un 19,5% y 20%, con lo que casi duplicó su voto en las urnas en comparación con los comicios legislativos de 2021.
El líder del bloque conservador alemán, Friedrich Merz, reclamó este domingo la victoria en las elecciones generales y pidió negociaciones rápidas para lograr una coalición de Gobierno en vista de las grandes crisis que hay en el mundo.
El que será el nuevo canciller de Alemania, si logra formar una coalición, pronosticó que lo que viene de ahora en adelante “no será fácil”, al tiempo que expresó su “respeto” por sus contrincantes durante la campaña electoral. “Ahora hablaremos entre nosotros, con el fin de formar lo antes posible un Gobierno capaz de actuar”, dijo. Los primeros resultados apuntan a que tendrá que ser el canciller saliente, el socialista Olaf Scholz, su principal socio de Gobierno.
Alice Weidel, candidata a canciller por Alternativa por Alemania (AfD) ha celebrado los sondeos tras el cierre de los colegios que atribuyen a su partido un resultado histórico que le situaría como segunda fuerza parlamentaria. Weidel ha anunciado su disposición para formar gobierno, aunque no tiene opciones de lograrlo, pues ningún partido está dispuesto a negociar con ella. Sin embargo, Weidel ha dicho que, si no se atienden sus exigencias volverá a haber elecciones “más pronto de lo que muchos creen”.
Los socialistas del SPD obtuvieron el 16% del apoyo en las urnas. El canciller saliente ha entonado el mea culpa por la derrota sin paliativos de su formación, aunque también ha arengado que no pueden quedarse «de brazos cruzados» ante el auge de AfD. «No se puede colaborar con la ultraderecha. Nosotros no lo haremos, y espero que otros tampoco lo hagan»; ha dicho, en una advertencia a la CDU y Friedrich Merz.