El diputado ucraniano, Artiom Dmitruk, en el exilio tras haber denunciado una supuesta persecución de Kiev, ahora ha revelado que estuvo secuestrado por el servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), a través de un video en el que aparece con moretones en su rostro.
El parlamentario de la Rada Suprema compartió en su canal de Youtube los detalles de su privación ilegítima de la libertad y de las palizas que recibió de los agentes del SBU.
Según relata, todo comenzó cuando vigilaba un puesto de control en la ciudad de Odesa, como parte de las fuerzas de defensa territorial. En esa oportunidad, impidió el paso de un auto con algunos agentes del SBU, debido a que estos habían cometido ciertas infracciones de tránsito.
Ellos lo amenazaron con armas de fuego para que los dejara seguir adelante, así lo expresa el parlamentario en el clip viral. Esto sería el preludio del secuestro.
Un día después, Dmitruk y sus dos asistentes fueron secuestrados en la vía pública por un grupo de encapuchados. Cuando lo capturaron le propinaron varias palizas, que lo dejaron incosciente, según su narración.
Luego de ello despertó en un autobús con una bolsa de consorcio en la cabeza. Apenas volvió en sí, siguieron golpeándolo. Tras esto, lo arrojaron en un sótano desde donde oyó gritos de otras personas siendo torturadas.
«Me tiraron al suelo húmedo y frío. En algún lugar cercano oía los gritos de mis amigos, un poco más lejos, gemidos de otras personas y horribles sonidos de tortura. La verdad es que era la primera vez en mi vida que oía algo así«
Un sótano, escena de tortura del diputado ucraniano
Dentro del sótano, prosiguieron con las golpizas, patadas, le retorcían los dedos y le gritaban que era un placer «saltar sobre un diputado del pueblo». Luego se lo llevaron para interrogarlo y lo «imputaron traición al Estado».
«Me golpearon terriblemente. Perdí el conocimiento varias veces y me caí de la silla. Recuperé el sentido y me volvieron a torturar. Me pareció interminable»
En medio del calvario de las vejaciones, le presionaron los ojos con los nudillos, además de que lo amenazaron con fusliarlo y cortarle sus genitales: «parecía interminable la tortura».
Pese a que los del SBU hicieron todo lo posible para supuestamente sacarle «trapos sucios» para justificar la detención, el parlamentario no podría pronunciar ninguna palabra.
En ese contexto de tortura, según rememora, le hicieron prometer ante una cámara que no criticaría nunca al presidente Vlodomyr Zelensky, al jefe de su gabinete Andréi Yermak, ni al alcalde de Odesa, Guennadi Trujánov, y de que pondría fin a su militancia política y social.
Después de todo ello, lo devolvieron a la luz del día, a un apartamento cercano, y le hicieron prometer que jamás revelaría lo ocurrido. Por ello decidió abandonar el país desde el año pasado.
En pleno relato, Dmitruk exhibió la primera foto que se tomó con su rostro lleno de golpes y moretones.
«En estas fotos se puede ver la forma de mi cráneo, la nariz rota varias veces, labios y dientes rotos, abrasiones múltiples, orejas rotas«
Este parlamentario está fuera de Ucrania desde agosto del 2024, cuando denunció que las autoridades pretendían asesinarlo en medio de su defensa a la Iglesia Ortodoxa Ucraniana por las políticas del Gobierno de Zelensky. Es un reconocido político, condecorado levantador profesional de pesas y un popular empresario de gimnasios en Odesa.