Elon Musk resucitó un escándalo de abusos sexuales a menores en Reino Unido encubierto entre 1997 y 2013, la mayoría a manos de inmigrantes, volviendo encender el debate sobre la inmigración masiva irregular en Europa y compatibilidad de los valores islámicos con los occidentales.
La impotencia, la angustia y furia de muchos británicos es que jamás se ha efectuado una investigación completa sobre las trágicas violaciones infantiles, y, lo que es peor, es que muchas fueron encubiertas por una administración que temía ser cancelada por racismo.
Según medios británicos, durante ese periodo 2.550 niños fueron violados tan solamente en Rotherham, 1.000 niños fueron violados en Telford, 500 más en Rochdale. En total, se calcula que hay 250.000 víctimas entre menores y mujeres violadas a manos de inmigrantes, nacionalizados y nacidos en el país.
El magnate pidió la liberación de Tommy Robinson, que en su momento expuso la gravedad del problema de las bandas de violadores migrantes en ciudades británicas, y atacó al gobierno laborista de Keir Stamer por su inacción en el caso de explotación sexual, además de sugerir que se organicen nuevas elecciones en Reino Unido.
En ese sentido, un amplio sector de la sociedad británica cree que escándalo de las bandas de acoso sexual comenzó con la importación de cientos de miles de personas de culturas extranjeras, que poseen actitudes medievales hacia las mujeres, un debate ineludible en toda Europa ante crecientes atentados islamitas tras los flujos migratorios descontrolados.