En un episodio que despierta preocupaciones en el contexto de las tensas relaciones entre Taiwán y China comunista, la empresa Huawei Technologies Paraguay S.A. se encuentra en el centro de una polémica tras ser vinculada a actividades sospechosas frente a la residencia del embajador taiwanés en Asunción, José Chih-Cheng Han.
Según informes, en octubre pasado, el custodio de la residencia diplomática detectó un vehículo Audi Station Wagon con chapa CDT 201 permaneció estacionado frente al domicilio con las ventanillas bajas, mientras se tomaban fotografías. Alertada la Policía Nacional, las cámaras de seguridad permitieron identificar al vehículo como propiedad de Huawei Paraguay. El conductor, Dionisio Duarte, de 62 años y empleado de la firma, habría estado estacionado frente a la vivienda el 9 de octubre entre las 13:00 y las 15:00.
Implicancias internacionales y controversia
Aunque la fiscal Karina Caballero Hellion señaló que hasta el momento no hay imputados ni hechos punibles, el incidente es alarmante dadas las sospechas internacionales en torno a Huawei. Desde hace años, agencias como el FBI en Estados Unidos señalaron vínculos estrechos entre la firma tecnológica y el régimen de Xi Jinping, acusando a Huawei de espionaje global en beneficio del gobierno chino.
Aunque Huawei niega estas acusaciones, el incidente en Paraguay plantea interrogantes sobre posibles actividades de vigilancia relacionadas con intereses estratégicos de Pekín en un país donde Taiwán mantiene una importante alianza diplomática. La residencia del embajador representa un símbolo clave en esta relación y, aunque el acto no constituye un delito según las leyes paraguayas, subraya los riesgos inherentes a las tensiones entre Taiwán y China continental.
Contexto geopolítico y advertencias
La posible implicación de Huawei en actividades sospechosas no puede desvincularse del contexto más amplio. Pekín considera a Taiwán como parte de su territorio, por lo que centra sus esfuerzos en debilitar las relaciones de la isla con sus aliados internacionales. En este marco, el incidente en Paraguay no solo genera preocupación por la seguridad de los diplomáticos taiwaneses, sino que también pone en la lupa la confianza en empresas vinculadas, directa o indirectamente, al régimen comunista chino.
En un momento de creciente competencia tecnológica y tensiones geopolíticas, los gobiernos y organismos internacionales deben estar alerta ante posibles intentos de espionaje disfrazados de actividades comerciales, especialmente cuando involucran a actores señalados en investigaciones previas como en el caso de Huawei.
La situación sigue bajo investigación, pero pone de relieve la importancia de una diplomacia atenta y medidas de seguridad robustas en un mundo cada vez más interconectado y competitivo.