Nada nuevo bajo el sol como decía el rey Salomón, el mismo que escribió en el libro de Eclesiastés que hay tiempo para todo, incluso de matar.
Lo que no es nuevo; que el Estado de Israel sea atacado cada tanto en forma cobarde e indiscriminada por enemigos de la humanidad y ésta, en su mayoría, mire al costado y otros de frente para gozarlo.
Por eso, quiero sugerir en primer lugar, a todos los judíos del planeta y simpatizantes, que dejen de reclamar reacción alguna al mundo, sean gobiernos u organizaciones internacionales. Es mejor así aunque parezca descabellado como también puede parecerlo el que, hasta entre los judíos, existe una facción en contra del Estado de Israel, no por las mismas razones que el resto, claro.
Si Dios creó la Tierra, entonces es dueño de ella, habrá patentado su invento en algún lado, y si dispuso que una partecita, hoy minúscula, sea para un pueblo específico, así debe ser. Este caso es único en la historia quiera usted creer o no, a no ser que exista otro similar y no lo sabemos. Difícil.
Sin duda, aquí surge el conflicto entre los que creen y los que no en la legitimidad y autoridad de la Biblia. Pero no es posible hacer un verdadero análisis sin recurrir a ella cuando se trata del pueblo del libro, el cual, también es uno de historia.
Los judíos contra el Estado de Israel, ortodoxos, religiosos, rabinos, etc., han manifestado antaño que la formación de un Estado laico sería uno de los peores pecados en la historia de este pueblo tan antiguo.
A pesar de ello, hoy hace exactamente 73 años, el 14 de mayo de 1948, un grupo de sionistas liderados por David Ben´-gurion declararon la independencia del Estado de Israel. Ese mismo día los israelíes fueron atacados por sus vecinos árabes y comenzó lo que dio en llamarse la «Guerra de la independencia». Obvio microbio, fue la primera de las tantas que siempre triunfó Israel hasta hoy y no será derrotada hasta el fin de la Historia. Pero los antisemitas de siempre, siempre, valga la redundancia, por necios, recobran las esperanzas, luego de ser derrotados y humillados a pesar de la gran diferencia numérica a favor de los enemigos de Israel, de echar a todos los judíos al mar mediterráneo y borrar el Estado del mapa. Les convendría a estos indignos y cobardes leer un poco de sabiduría judía, pero que va! Conocen ustedes muy bien lo dicho por Albert Einstein: «La locura está en pretender obtener resultados diferentes haciendo siempre lo mismo». O sea, no esperes resultados diferentes si siempre haces lo mismo, peor aún, no pretendas llegar a otro sitio recorriendo siempre el mismo camino.
Lo terrible y trágico es que aquí se trata de un objetivo genocida, de lo más cobarde en la historia humana, lanzando indiscriminadamente misiles a poblaciones civiles, 2.000 esta vez.
El fin bárbaro no se logra gracias a que Israel está preparado incluso para estos ataques sorpresa y luego se defiende reaccionando. Y para pena de los anti-semitas de mierda, las bajas siempre son escasas, gracias a Dios.
El dilema existencial de Israel es que los sionistas han querido volver a la tierra de sus ancestros para ser una nación más, insertada en la comunidad internacional y convivir en paz en igualdad de condiciones. Entiendo que han querido dejar atrás las persecuciones en 19 siglos de diáspora y el crimen mas grande que se haya hecho en contra la humanidad; el Holocausto. Pero es imposible ser uno mas cuando el mismo Dios te hizo especial y para sí: «Ahora, pues, si en verdad escucháis mi voz y guardáis mi pacto, seréis mi especial tesoro entre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra». Éxodo 19:5. Chúpense esta mandarina los gentiles, olivos silvestres. Mbae jajapota.
De ahí que, los judíos jamás podrán ser como el resto de las naciones de la Tierra por mucho que lo intenten, y el mundo, malo en general, se lo recuerda cada tanto, pero será juzgado de acuerdo a su trato con este pueblo especial, elegido por Dios, pueblo de los pactos, de la ley mosaica, de los profetas y por el cual vino Jesucristo hombre, el Salvador, .. «porque la salvación viene de los judios». Juan 4:22 Otra mandarina más.
A raíz de los hechos acaecidos, los comunicados de Maduro de Venezuela y Fernández de Argentina no son iguales al de Bolsonaro del Brasil. Aquellos, como el finado Hugo Chávez, quien maldijera a Israel desde el fondo de sus entrañas, tienen las horas contadas. Activaron una de las promesas más antiguas hechas por el Dios de Israel a Su pueblo: «Bendeciré a los que te bendigan, y a los que te maldijeren maldeciré», y yo me alegraré, y si puedo sobre sus tumbas bailaré, cuando estos dos hijos de sus putas madres mueran. Es el deseo de un simple locutor circunciso que vive en Paraguay.
Shabat Shalom!