En los últimos días nos ocupó el tema de la “Recomendación” del Comité de los “Derechos” del Niño de la ONU, sobre la derogación de la Resolución 933/2023 del Ministerio de Educación y Ciencias que aprueba el plan piloto para la implementación del material 12 Ciencias para la Educación de la Sexualidad y la Afectividad en la Escuela. También el Comité recomienda al Estado paraguayo adoptar políticas de salud sexual y reproductivas (Eufemismo de legalización del aborto), así como la educación con enfoque de género (Ideología de género) en los curriculum de la enseñanza obligatoria, dirigida a adolescentes, con especial atención en prevenir embarazos precoces e infecciones de transmisión sexual.
El Comité de los derechos del Niño de la ONU, ha recibido sendos informes de las ONG nacionales, que fungen de pyragues desde hace años y cuando el Estado paraguayo es reticente a someterse a las arbitrarias agendas que nos imponen con la ayuda de los neolegionarios, recurren a las “Recomendaciones”, neosignificado de instrucciones para reforzar políticamente a los agentes locales (ONG) de sus intereses. Expuesta la operativa, continuemos.
El Capítulo I de la Carta de las Naciones Unidas, de los Propósitos y Principios, Art. 1.2 “Fomentar entre las Naciones relaciones de amistad basadas en el respeto al principio de la igualdad de derechos y al de la libre determinación de los pueblos y tomar otras medidas adecuadas para fortalecer la paz universal”
Así mismo el Art. 2.7 dispone: “Ninguna disposición de esta Carta autorizará a las NNUU a intervenir en los asuntos que son esencialmente de la jurisdicción interna de los Estados …”
Esta recomendación de las NNUU y como casi todas las demás que cada tanto hace a los Estados, viola directamente los Arts. de su propia Carta constitutiva, enunciados más arriba. Lo que confirma lo que hace rato sabemos, la Carta de las NNUU es pura letra muerta y para dejar de lado el cinismo debería llamarse Organización de Naciones Sometidas, NNSS. Naciones sometidas al arbitrio de burócratas que no han sido electos por los ciudadanos de ni una Nación.
La condición de Nación irreparablemente sometida es la que tendremos si el Gobierno de la República del Paraguay cede a este nuevo atropello a la soberanía nacional, por la grosera injerencia en nuestros asuntos internos. La definición de nuestras políticas públicas cae en el ámbito de la absoluta jurisdicción interna de nuestro Estado. Aunque esto, ya sabemos, hace rato ha dejado de ser así y sucesivos gobiernos han permitido que agendas extrañas a nuestro pueblo, a sus valores y tradiciones permeen en casi todos nuestros planes nacionales.
Si por desgracia se siguieran las “recomendaciones” que nos ocupan hoy, el perjuicio y costo social sería enorme, ya que desaparecería el muy deteriorado sistema educativo, para terminar de convertirse en un sistema de adoctrinamiento compulsivo. La Agenda que nos pretenden imponer prevé conceptos que no están contemplados en nuestra CN y que atentan contra nuestro propio orden público, a saber, el aborto, el enfoque de género y el enfoque de derechos, tan ampliamente debatidos y analizados en este y otros espacios.
El enfoque de género en sí mismo es abuso infantil por que distorsiona y confunde al niño en su identidad sexual, lo hiper sexualiza haciéndolo más vulnerable a los abusos, muy por el contrario de lo que sostienen las ONG propagandísticas de este enfoque y que cobran por introducirlo en nuestras políticas públicas. El enfoque de derechos implica el desarrollo del enfoque de género y convierte al Estado en primer garante de los derechos del niño, contraviniendo nuestra CN, ya que ella dispone que es la familia, la sociedad y el Estado subsidiariamente y en ese orden los encargados de velar por el desarrollo armónico del niño. El enfoque de derechos contempla también la autonomía progresiva del niño que colisiona con el Código Civil en su capítulo de la capacidad de las personas y el código de la niñez, poniendo en jaque la patria potestad de los padres.
En cambio, el programa 12 Ciencias para la Educación de la Sexualidad y la Afectividad en la Escuela, se centra en la formación del carácter del alumno, fomentando los buenos hábitos como clave del perfeccionamiento humano. El poder de los hábitos moldea la voluntad, el carácter y los afectos. El programa se basa en ciencias y no en ideologías, algunas de ellas son: antropología, fisiología de la sexualidad, ciencias de las diferencias sexuales, neurociencia, psicología, bioética, sociología. Incluye un manual para docentes y orientadores, otro manual para padres/tutores y los libros para los estudiantes según los diferentes grados y adecuando la información a cada edad.
La postura del Gobierno Nacional ante las presiones de la UE sobre el Reglamento 1115 y respecto al Tratado Pandémico de la OMS, nos muestra que hay una intención de nuestras autoridades de hacer respetar los intereses nacionales. La correcta formación de las futuras generaciones de paraguayos debería ser el mayor de nuestros intereses nacionales, porque si la juventud es sólida, no importa lo que pase, siempre podremos levantarnos.
Le recordamos al presidente Santiago Peña, que ante esta situación tiene la brillante oportunidad de cumplir, en esta oportunidad, con su discurso de campaña de defensa de la vida y la familia y honrar como hombre de palabra el compromiso asumido con el electorado que lo eligió presidente de la República.