En un momento en donde los temas económicos acaparan la atención de casi todos, es bueno darle un poco de luz ante tanta oscuridad en relación a conceptos económicos, nada mejor que hablar de dos pensadores que no tenían casi nada en común, pero cuyos pensamientos y teorías económicas siguen en vigor hasta hoy en día, el título de por sí ya dice hacia cual escuela económica soy partidario o simpatizante, lógicamente conociendo ambos pensamientos, me tome el atrevimiento de poner un título de esa magnitud, pero para eso expondré argumentos debatibles para tal efecto.
La economía es un campo que ha sido estudiado y debatido por muchos pensadores a lo largo de la historia. Dos de los más influyentes en este aspecto son John Maynard Keynes y Friedrich Hayek, quienes presentaron ideas económicas divergentes, generando un debate que hasta el día de hoy sigue vigente. Keynes, un economista británico, es conocido por su enfoque intervencionista y basado en políticas fiscales y monetarias para estimular la economía en momentos de crisis. Por su parte, Hayek, un economista austriaco, defendió una perspectiva más liberal, enfocada en la limitación de la intervención estatal y en la importancia del libre mercado.
Esta frase resume lo que es la idea de Hayek y como puede afectar al individuo la idea de Keynes. Uno de los principales puntos de divergencia entre ambos economistas radica en su visión sobre el papel del Estado en la economía. Keynes defendió la idea de que el Estado debería desempeñar un papel activo, interviniendo en la economía para controlar los ciclos económicos y estimular la demanda agregada. Según Keynes, en momentos de recesión, el Estado debe aumentar el gasto público y reducir los impuestos para impulsar la demanda y promover la recuperación económica, en las prácticas de políticas económicas de los estados, en todo momento lo hacen, aumentan el gasto público, ya sea emitiendo y contrayendo deudas, aumentando muchas veces los impuestos para poder cubrir esa deudas contraídas, o muchas veces vuelven a contraer más deudas para cubrir las ya contraídas, es un ciclo que siempre tiene un mismo comportamiento, los estados contraen deudas para cubrir deudas, para aumentar el gasto público, que implica menos beneficios económicos para los individuos.
Por otro lado, Hayek argumentó que el mercado se autorregula de manera eficiente y que el Estado debería limitarse a garantizar las condiciones para su correcto funcionamiento, es decir; que el Estado debe ser un mero arbitro dentro de la economía dentro de la sociedad, Según Hayek, el exceso de intervención estatal distorsiona los precios y las señales del mercado, lo que puede llevar a desequilibrios y a una asignación ineficiente de los recursos. Además, Hayek sostenía que el Estado no posee el conocimiento necesario para planificar la economía de manera centralizada y que este conocimiento se encuentra disperso entre los individuos.
Una de las principales críticas a las ideas de Hayek es que un mercado completamente libre puede llevar a la concentración del poder económico y a la desigualdad. Además, se argumenta que un enfoque exclusivamente liberal puede no ser suficiente para hacer frente a crisis económicas y que se requiere una intervención estatal para evitar un colapso total.
Aunque el argumento es válido, no es total ya que Hayek abogaba por la competencia y la ausencia de barreras artificiales que puedan garantizar una economía saludable y justa, en el libro de Hayek “Camino de Servidumbre” se advierte sobre los peligros de la concentración de poder económico y se enfatiza que la competencia y el libre mercado son esencial para evitar la concentración de ese poder.
Por su parte, las críticas a las ideas de Keynes se basan en que la intervención estatal puede generar un exceso de gasto público y déficits fiscales insostenibles en el largo plazo. Además, se argumenta que las políticas keynesianas pueden llevar a una mayor inflación y a la pérdida de control sobre la economía.
Tanto Keynes como Hayek presentaron ideas económicas sólidas y fundamentadas, pero con enfoques diferentes en cuanto al papel del Estado y la intervención en la economía. Mientras que Keynes abogaba por una mayor intervención estatal en momentos de crisis, Hayek defendió la idea de que el mercado se autorregula de manera eficiente. La realidad es que no existe una respuesta definitiva a esta dicotomía, y es necesario encontrar un equilibrio que permita aprovechar los beneficios del mercado libre y, al mismo tiempo, proteger a los individuos y a la sociedad en general.