Recientemente informamos que el pasado viernes 15 del corriente se realizó, en la Sala Bicameral del Congreso de la Nación, el III Encuentro Interinstitucional y de Egresados de la Universidad de Bolonia en Latinoamérica, con el lema “Riesgos y desafíos de la democracia global”. En ese bochornoso encuentro, de manera servil y genuflexa, senadores paraguayos condescendieron y aprobaron tácitamente, al menos con su presencia y aplausos, el delito atroz que representa la hormonización temprana de niños, la cual fue promocionada por ideólogos del género de la universidad mencionada. Los senadores que nos constan estuvieron presentes en ese vergonzoso evento son Kattya González, de la oposición, y el mismísimo presidente del Congreso de la República del Paraguay, el senador Silvio Ovelar, perteneciente a la ANR.
Miles de padres de toda la República protestaron en redes sociales ante flagrante acto de entreguismo frente a la ideología de género. El hecho fue verificado por varios medios de prensa y repudiado por Informatepy. Al finalizar el encuentro en la Bicameral, se observaba al presidente del Congreso firmando un documento, que según trascendió era un “convenio” con la mencionada casa de estudios europea, que promociona deliberada y taimadamente en nuestro país la hormonización de niños a edades tempranas sobre la base de la autopercepción propia de la ideología de género. A lado del senador Ovelar se constata que la senadora González vigila celosamente que el documento se firme de manera apropiada.
No quisimos creer que el presidente de nuestro Congreso haya procedido a la firma de tal convenio, en un momento en donde precisamente está en fuerte cuestionamiento el “convenio” que fue aprobado por el Congreso Nacional por el que la Unión Europea metía la mano en la educación de nuestros chicos. Pudimos acceder al documento del convenio en cuestión, denominado “CONVENIO GENERAL DE COOPERACIÓN ACADÉMICA ENTRE LA CÁMARA DE SENADORES DE LA REPÚBLICA DEL PARAGUAY Y LOS PROGRAMAS JURÍDICOS DE LA UNIVERSIDAD DE BOLONIA”.
En el documento, nuestro Senado de la Nación se compromete a:
- Página 1, Considerando, punto 2 y 3: Recibir “…formación académica de todo su personal político, técnico y profesional…”, en “…derecho constitucional, derechos humanos y ciencias políticas…”, contenidos que se describen como “especialmente diseñados”.
- Con esto se confirma el temor de los grupos de padres organizados: que los ideólogos del género que vinieron a este “encuentro académico”, en realidad lo hicieran con fines de adoctrinamiento jurídico en la perversa ideología de género al personal político legislativo de nuestro congreso.
- Además, se demuestra que este acto no fue uno de naturaleza académica sino política: nuestros políticos, técnicos y profesionales del Congreso serán formados por ideólogos de la mencionada universidad europea mediante este convenio.
- Pero aún más grave es la cláusula cuarta del convenio que exige que “las documentaciones generadas y toda la información a la que se pudiera tener acceso en el marco del convenio SON CONFIDENCIALES”.
- ¿Por qué nuestro Congreso de la Nación debe tener secretos en sus tratos con otras organizaciones? ¿Qué hay que esconder? Es sencillo saberlo, luego de que el clamor popular reclamó en los últimos días que nuestros legisladores se arrodillan ante promotores de la hormonización temprana de niños y otros ideólogos de género.
Es preciso que se den explicaciones al pueblo paraguayo respecto a estos “tratados secretos” o “tratos apu’a” entre nuestro Congreso y entidades universitarias de adoctrinamiento progresista de políticos y magistrados ¿Para quiénes legislan? ¿Para quienes dictan justicia?
Es una vergüenza que este tipo de documento haya sido firmado por un Poder del Estado Paraguayo, que se debe a su Constitución Nacional, la cual prevé en su Art. 54 que: “La familia, la sociedad y EL ESTADO, deben garantizar al niño su desarrollo armónico e integral..”.
Los Tres Poderes están obligados constitucionalmente a resguardar, a preservar, a garantizar un desarrollo sano a los niños, lejos de todo abuso por parte de estos ideólogos de género que niegan la naturaleza humana y pretenden confundir a nuestros niños en su identidad aprovechándose de su inocencia.
¿Cuántas veces al año el Congreso paraguayo o sus representantes realizan este tipo de acuerdos secretos a espaldas del pueblo paraguayo?
¿Qué legitimidad puede derivar de acuerdos realizados por el presidente del congreso sin la aprobación del pleno de sus pares?
Y más importante aún… ¿es este un acto de traición causal de juicio político o destitución de un senador que funge de presidente del Congreso?
Creemos en las personas y en su capacidad de pensar por sí mismas, lo que no creemos es que esta clase de políticos representen al pueblo paraguayo.