Sin haber entendido lo que los consumidores quieren y sin haber aprendido las lecciones que recibieron otras empresas, Anheuser-Busch, propietaria de la cerveza «Bud Light», inició una campaña publicitaria con un modelo «trans» y las consecuencias son las que se esperaban.
Habiendo pasado poco más de 10 días desde la aparición de un video donde «Bud Light» y Dylan Mulvaney anunciaron su asociación, la empresa matriz de la marca de cerveza, ha perdido $ 7 mil millones en valor cayendo en picada de un valor de $ 132 mil millones a $ 125 mil millones, de acuerdo a la información del periódico británico Daily Mail.
Del mismo modo, las ventas de la cerveza en latas han caído poco más del 30% en la última semana, mientras que las de barril (comercializadas en bares y restaurantes) bajaron más del 50%, según la publicación Sports Keeda. Al parecer, el boicot contra la empresa por parte de los consumidores está haciendo efecto.
«Este boicot parece tener más fuerza que la mayoría», declaró Justin Kendall, editor de la publicación especializada en cervezas «Brewbound». «Empezó como una conversación en redes sociales y ha irrumpido en los principales medios de comunicación».
También, el redactor jefe de la publicación especializada «Beer Business Daily», Harry Schuhmacher, fue aún más pesimista con el futuro próximo de la marca, afirmó que muchos distribuidores locales están «asustados» por la reacción de los consumidores; «esta es probablemente la mayor controversia que hemos visto en mucho tiempo».