El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, expresó su respaldo a las críticas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hacia la Unión Europea y celebró el giro que, a su entender, representa la nueva Estrategia de Seguridad Nacional estadounidense. El mandatario húngaro consideró que Washington ha identificado con claridad el proceso de declive que atraviesa Europa y que Budapest viene denunciando desde hace años.
En un mensaje difundido en redes sociales, Orbán afirmó que “Estados Unidos tiene una comprensión precisa del declive de Europa. Ven el declive a escala de la civilización contra el que hemos luchado en Hungría desde hace quince años. Por fin, no luchemos solos”, dejando en evidencia su satisfacción por coincidir con el diagnóstico de la administración Trump.
Conocido por su postura crítica frente a Bruselas, Orbán calificó la nueva Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos como “el documento más importante e interesante de los últimos años”, al considerar que cuestiona de manera directa el rumbo político, institucional y cultural adoptado por la Unión Europea bajo el liderazgo de la Comisión Europea.
El líder húngaro sostuvo durante años una posición solitaria frente a lo que define como políticas ilógicas y alejadas de los intereses de los Estados nacionales, impulsadas desde Bruselas. Sin embargo, en este nuevo escenario, Orbán ya no se percibe aislado en el continente europeo.
Uno de los primeros dirigentes en alinearse con su postura fue el ex primer ministro de la República Checa, Andrej Babiš, quien se sumó a las críticas contra la Unión Europea y al enfoque que califica de globalista. En ese sentido, Babiš afirmó: “Debemos recuperar Europa, no de los de fuera, sino de los de dentro. Europa no es Bruselas”.
A esta corriente crítica se suma también el primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, quien anunció que no respaldará un eventual préstamo de reparaciones a Ucrania financiado con activos rusos congelados. “En la próxima reunión del Consejo Europeo, no apoyaré ninguna decisión que implique financiar el gasto militar de Ucrania”, señaló Fico.
El jefe de Gobierno eslovaco sostuvo además que la “política de paz” que defiende de manera constante le impide “votar por la continuación del conflicto militar”. Según Fico, la asignación de miles de millones de euros al gasto militar no contribuye a una solución diplomática, sino que conduce directamente a la prolongación de la guerra.
Las declaraciones de Orbán, el respaldo de figuras como Babiš y la postura de Fico reflejan un creciente cuestionamiento interno al rumbo adoptado por la Unión Europea, especialmente en materia de seguridad y política exterior, y anticipan un escenario de mayor tensión entre los gobiernos nacionales críticos y las instituciones comunitarias en los próximos meses.




