El economista, Amilcar Ferreira, expresó que postergar el pago por las obras públicas como lo está haciendo el gobierno es básicamente lo mismo que el gobierno anterior. Las empresas constructoras esperan dos pagos más este año para reducir los más de 220 millones de dólares que les adeuda el Estado.
“Como sabemos, el gobierno actual había establecido una meta de reducción de déficit fiscal que quiere cumplir, pero a la par ha impulsado gastos por encima de lo que esa meta permite. Y la forma de cómo ajustar esa diferencia es atrasando el reconocimiento de los pagos”, explicó el economista.
Añadió que el reconocimiento de los gastos, principalmente inversiones, se atrasa y patea los pagos que deberían ser para este año, para el año siguiente. De esa manera se va a cumplir ese objetivo de déficit fiscal de 1,9% del PIB este año. Y para el año que viene tiene que ser 1,5%. Con lo cual esta situación de dificultades para realizar inversiones va a ser todavía más estricto.
Sectores afectados
En principio, los sectores afectados por la postergación del pago de deudas de parte del Estado eran tres: el sector farmacéutico, los proveedores del programa “Hambre Cero” y las empresas constructoras.
El gobierno anunció que el programa “Hambre Cero”, iniciará con cero deudas y los que quedan con un importante monto para cobrar son los farmacéuticos y las empresas constructoras.
De hecho, los gremios de la construcción, Capaco y Cavialpa, alertaron en el sentido expresado por el economista, Amilcar Ferreira, de que el 2026 será más crítico por las restricciones establecidas en el Presupuesto General de la Nación (PGN).
Se prevé un presupuesto de apenas 570 millones de dólares, cuando las necesidades superan los 900 millones de dólares. Este escenario movilizó a los empresarios a realizar gestiones para elevar ese presupuesto en la Cámara de Senadores, donde todavía se debe estudiar el PGN, para evitar la paralización de las obras y sobre todo los despidos de trabajadores.
Vale decir, que si no se amplía el presupuesto para las obras públicas, para reducir la deuda del Estado, el sector que más empleos genera, como la construcción, tendrá que reducir su plantilla de trabajadores en el 2026 y retrasar el pago a proveedores, con lo que se avizora un gran problema social.




