Por Chou Yew-woei – Comisario del Buró de Investigación Criminal de la República de China (Taiwán)
Fundada en 1923, la Organización Internacional de Policía Criminal (INTERPOL) es actualmente una de las instituciones internacionales más importantes, compuesta por 196 Estados miembros, lo que la convierte en la segunda organización internacional más grande del mundo, solo por detrás de las Naciones Unidas. INTERPOL tiene un papel crucial en la supervisión y lucha contra el crimen transnacional, abarcando desde el terrorismo y la ciberdelincuencia hasta el crimen organizado. Además, facilita el intercambio de información entre agencias policiales mediante su sistema de comunicaciones I-24/7.
Del 24 al 27 de noviembre de este año, INTERPOL celebrará su 93ª Asamblea General en Marrakech, Marruecos.
Taiwán es reconocido como uno de los países más seguros del mundo. Según Numbeo, ocupa el cuarto lugar en el ranking de seguridad global entre 147 países, gracias a su baja tasa de criminalidad, su fuerte sentido de comunidad, una aplicación eficaz de la ley y la estrecha cooperación entre la ciudadanía y las fuerzas policiales. La tasa de criminalidad en Taiwán es de poco más de 1,200 incidentes denunciados por cada 100,000 habitantes, y su tasa de homicidios es de apenas 2.3 por cada 100,000, muy por debajo del promedio mundial. Estos indicadores hacen de Taiwán un destino atractivo y seguro para los viajeros internacionales.
Las fuerzas policiales de Taiwán poseen una amplia experiencia en la lucha contra diversos delitos transnacionales, tales como la explotación sexual infantil, el tráfico de drogas, el fraude cibernético, el narcotráfico, la trata de personas, el trabajo forzoso, la pesca ilegal y otros crímenes que cruzan fronteras.
A pesar de su disposición para colaborar y compartir su experiencia con la comunidad internacional, Taiwán ha sido excluido de INTERPOL durante más de cuatro décadas por motivos políticos. Esta exclusión le impide acceder a las bases de datos de INTERPOL, participar en sus eventos y compartir información urgente con otros países en tiempo real. Esta situación no solo limita la capacidad de Taiwán para combatir la delincuencia transnacional, sino que también crea una brecha en la lucha global contra el crimen organizado y fomenta las actividades delictivas que trascienden fronteras.
En un contexto de creciente globalización y sofisticación del crimen, es más crucial que nunca que las fuerzas policiales de todo el mundo trabajen de manera conjunta y coordinada para establecer una red de seguridad global integrada. Por ello, instamos a todos los países a respaldar la solicitud de Taiwán para participar como observador en la Asamblea General de INTERPOL, así como en sus reuniones, mecanismos y actividades. Esta inclusión evitaría una brecha significativa en la seguridad internacional y fortalecería el marco global de cooperación en la aplicación de la ley.




