El Gobierno presentó con gran despliegue el Plan Nacional de Desarrollo (PND) Paraguay 2050, al que el Ministerio de Economía y Finanzas calificó como “la hoja de ruta de mayor consenso que orientará las políticas públicas hacia el 2050”. Un documento que, según el propio MEF, “marcará un hito histórico en la planificación del desarrollo nacional”.
Sin embargo, detrás de la retórica oficial y de los 78 talleres ciudadanos con escasa visibilidad realizados con ONG afines, el plan despierta crecientes críticas en sectores productivos, empresariales y académicos, que lo consideran apresurado y con fuerte injerencia de intereses externos cargados de intenciones geopolíticas que pueden afectar gravemente los intereses del Paraguay
La edición del 13 de noviembre de 2025 del programa Mesa con EVP (ABC TV), conducido por Enrique Vargas Peña, expuso con claridad las preocupaciones de actores centrales del Paraguay productivo, quienes forman parte del propio Equipo Nacional Estrategia País, pero que hoy denuncian manipulación, sesgos y una peligrosa alineación con agendas globalistas.
“No puedo abrazar este plan, no está bueno para nuestro país”
El presidente de la Federación de Cooperativas de Producción (Fecoprod Ltda.), Alfred Fast, fue categórico al cuestionar el documento del Gobierno.
“No puedo abrazar este plan, no está bueno para nuestro país”, afirmó.
“Este plan, sin cambios, nunca debería llegar a ser ley”.
Fast denunció que el PND 2050 se apoya en un dogma climático importado, contrario a la realidad productiva paraguaya:
“El dogma climático sobre el que se basa el plan está llevando a la ruina a Europa. ¿Por qué incluiríamos esas metas en el plan?”
Advirtió que el impulso a la descarbonización sin considerar el contexto nacional supone un freno al desarrollo industrial, ya que sin energía barata y disponible 100% del tiempo no hay desarrollo productivo y por ende desarrollo económico.
“Al descarbonizar, como pretende el plan, no vamos a poder industrializarnos; no vamos a tener energía barata. No podemos tener metas ambientales que limiten nuestro crecimiento y que no están basadas en ciencias”.
También alertó sobre el silencio del documento respecto a un pilar básico de cualquier economía sana:
“El plan no habla de protección de la propiedad privada. ¿Cómo vamos a invertir los productores en ese contexto?”
Y remató con una advertencia relacionada a metas que ponen al Estado como garante de asuntos que no son financiables ni sustentables como las pensiones universales:
“Este plan solo agrandaría el Estado”.
“Ustedes fueron llamados solo para la foto”
El periodista Enrique Vargas Peña cuestionó la forma en que el Gobierno intentó legitimar el documento convocando a ciertos sectores sin intención real de escucharlos:
“Ustedes fueron llamados para después poder decir ‘Acá estuvieron los productores’”, denunció.
“Estas formas, presentar planes que no fueron discutidos, me resultan tristemente conocidas: es la mecánica que usa el globalismo”.
Sus palabras reflejan el creciente temor de que el PND sea un producto político ya cerrado, cuyo propósito no es dialogar sino imponer un marco ideológico alineado con agendas externas.
Un plan alineado con la Agenda 2030 y con organismos supranacionales
El asesor de Fecoprod, Fernando Griffith, profundizó en la raíz ideológica del documento:
“Hay un alineamiento, yo diría que en un 90%, con la Agenda 2030, un plan que no habla ni una sola vez de democracia o propiedad privada. Hay un alineamiento a intenciones geopolíticas que derivan de su redacción con fuerte carga ideológica”
Griffith advirtió que el PND 2050 incorpora mecanismos típicos del globalismo que buscan transferir poder desde los Estados nacionales hacia estructuras supraestatales:
“A nivel geopolítico hay una clara acción en curso que transfiere la gobernanza de los Estados Nación hacia organismos multilaterales y la gobernanza supranacional. Las ideologías son las herramientas necesarias para llevar a término esas acciones”.
Señaló además que el plan adopta políticas DEI (Diversidad, Equidad e Inclusión), definidas como:
“Disolventes de la autonomía individual, disolventes del mérito e instaladoras de inequidades gravísimas ante la ley”.
A esto se suma la introducción de normas ambientales que, bajo el pretexto de la sostenibilidad, abren la puerta al copamiento ideológico y a la pérdida de soberanía:
“Con estas herramientas ambientalistas, la gobernanza se va rediseñando y abrimos la puerta hasta nuestra soberanía”.
Pero lo más preocupante no es solo lo que el plan incluye, sino lo que omite:
“Hay ausencias preocupantes: la defensa de la propiedad privada, la libertad de expresión, el derecho a la libertad de culto, el derecho a la vida intrauterina. Derechos fundamentales que debemos proteger no solo desde la Constitución, sino desde la cultura porque la cultura es hoy el objetivo geopolítico fundamental ya que allí radica el verdadero poder de las naciones”.
Un plan globalista, no un plan paraguayo
El PND Paraguay 2050 se presenta como una hoja de ruta consensuada, pero sus contenidos revelan un proyecto ideologizado, escrito al margen de los sectores productivos y alineado con organismos internacionales cuyo interés por el Paraguay no es precisamente el desarrollo soberano, más bien todo lo contrario.
Las advertencias de Fast, Griffith y Vargas Peña exponen que este plan:
- No protege la propiedad privada, tal como las agendas globalistas
- Limita el crecimiento económico con metas ambientales irreconciliables con el desarrollo
- Alinea la política paraguaya con agendas globales que destruyen nuestra soberanía y comprometen seriamente nuestro futuro
- Aumenta el tamaño y la burocracia estatal mientras reduce la autonomía personal
- No protege valores fundamentales como la libertad, la fe y la defensa de la vida
En nombre del 2050, el Gobierno parece dispuesto a entregar la conducción del país a intereses externos y a una ideología que nada tiene que ver con la historia, la identidad ni las necesidades del Paraguay.
Si este plan no cambia de raíz, no debería convertirse en ley, tal como advirtieron quienes conocen la producción, la economía y el verdadero motor del país.
Vea el programa completo:



