Por Luis Zúñiga
En la asamblea de la Organización Internacional de la Aviación Civil (ICAO, por sus siglas en inglés), el secretario de Transportes de Estados Unidos, Sean Duffy, expresó el respaldo de Washington al deseo y derecho de Taiwán de participar en las deliberaciones y discusiones técnicas. Además, aseveró que no debe haber espacio para la política en asuntos de seguridad aérea.
El importante apoyo a Taiwán en la ICAO se suma a muchos otros respaldos de Estados Unidos e Israel a la participación de su aliado asiático en las organizaciones que conforman Naciones Unidas.
A finales de julio, 72 miembros del Parlamento de Israel pidieron la inclusión de Taiwán en las organizaciones internacionales. La declaración elogia a Taiwán como una democracia vibrante, comprometida con la promoción de los valores de la libertad, la igualdad, los derechos humanos y el respeto a la ley. Los parlamentarios de partidos del gobierno y la oposición calificaron de injustificadas e irresponsables las exclusiones de Taiwán de la Organización Mundial de la Salud y de la Organización Internacional de Aeronáutica Civil.
Una de las primeras decisiones tomadas por la administración del presidente Donald Trump, en febrero de 2025, fue la emisión de una Hoja Informativa sobre política exterior. El Departamento de Estado apoyó la significativa participación de Taiwán en las organizaciones internacionales, incluida su membresía donde fuera aplicable. En esa declaración, la administración comenzó a identificar a la República Popular de China como “China” y suprimió una frase donde Estados Unidos no apoyaba la independencia de Taiwán.
La referencia del secretario de Transportes norteamericano se debió a las palabras del subadministrador de la Aviación Civil de China comunista, Liang Nan, cuando repitió la misma letanía de que “Taiwán es parte de la República Popular China”.
Una vez más, el régimen de Pekín recurre a un argumento falso para imponer su narrativa. La verdad histórica es que la revolución armada de Mao Zedong contra el gobierno de la República de China, logró desplazarlo, primero de Pekín hacia el sur, y finalmente hacia Taiwán. Todos los ataques de Mao para ocupar Taiwán fracasaron. Unos dos millones de soldados se hicieron fuertes en la isla y Taiwán permaneció como territorio de la República de China, que es el nombre oficial de Taiwán.
Cuando Mao decidió convertir en comunista la zona que conquistó, en noviembre de 1949, Taiwán permanecía como un territorio de la República de China y bajo el control de sus Fuerzas Armadas, como lo ha estado hasta el día de hoy.
La exclusión de Taiwán termina perjudicando los objetivos de seguridad de la aviación civil. Así lo hizo saber el Ministerio de Relaciones Exteriores taiwanés al calificar de absurdo e irresponsable que la ICAO excluya al país. Taiwán, agrega la declaración, añadiría integridad y seguridad al sistema global de aviación civil, ya que su región informativa controla anualmente más de un millón de vuelos civiles.
La última participación de Taiwán en las reuniones de ICAO tuvo lugar en 2013, antes que Xi Jinping impusiera la exclusión de las organizaciones internacionales.
* Luis Zúñiga es analista político y exdiplomático.