La marcha impulsada por sectores de la autodenominada “Generación Z” terminó en incidentes que pusieron a prueba la capacidad de respuesta de las fuerzas del orden. Según el reporte oficial, un total de 28 personas fueron detenidas por diversos hechos, que incluyen agresiones directas a la Policía y portación de elementos contundentes utilizados durante los disturbios.
Las autoridades confirmaron que todos los aprehendidos fueron trasladados a la Agrupación Especializada, donde permanecen bajo custodia a la espera de lo que determine el Ministerio Público en las próximas horas.
Por otra parte, los incidentes dejaron un saldo de 13 uniformados heridos, producto de los ataques registrados en diferentes puntos de la movilización. El nivel de convocatoria fue menor al esperado por los organizadores: las estimaciones oficiales calculan la participación de entre 350 y 400 personas como máximo, mientras que fuentes no oficiales hablan de 2000 a 3000 participantes.
Lo que se presentó como una manifestación pacífica derivó en hechos de violencia que obligaron a reforzar la seguridad y dejan un nuevo antecedente sobre el carácter de este tipo de protestas.