Un escándalo sacude a la Policía Nacional tras un allanamiento registrado en la Comisaría 1° de Ciudad del Este, donde un grupo de uniformados habría irrumpido en el despacho del interventor Ramón Ramírez con la presunta intención de sustraer equipos de escuchas. Estos dispositivos contenían audios que fueron divulgados este lunes, generando una ola de especulaciones y tensiones internas dentro de la fuerza.
De acuerdo con los primeros informes, entre los involucrados figura el Suboficial Mayor Efrén Mendoza, señalado como el principal cabecilla de la operación irregular. La situación cobró mayor gravedad luego de la rápida intervención de agentes del Departamento de Criminalística de la Dirección de Investigación de Hechos Punibles, quienes levantaron huellas dactilares en la oficina violentada. Dichas pruebas habrían permitido identificar a los presuntos responsables del hecho.
El fiscal Osvaldo Zaracho confirmó que las pericias revelaron huellas del suboficial Mendoza en la puerta trasera de la Intendencia. Ante esto, el uniformado aprehendido reconoció haber estado en el lugar, aunque sostuvo que su presencia se debió a que acompañaba a sus superiores a pedido del propio interventor Ramírez.
La investigación sigue abierta y el caso genera gran conmoción, al tratarse de un episodio sin precedentes donde efectivos policiales son sindicados de atentar contra la propia institución a la que pertenecen.