La Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria (DINAVISA) dispuso la clausura temporal de la fraccionadora Foodie’s, encargada de distribuir productos a toda la cadena de minimercados Biggie. La medida se adoptó tras constatarse que desde la propia distribuidora se alteraban los etiquetados de vencimiento de alimentos como embutidos y quesos, lo que representa una grave infracción a las normativas sanitarias.
Foodie’s es propiedad del Grupo Zucolillo y forma parte del mismo conglomerado empresarial que opera Biggie. En mayo de 2024, la autoridad de competencia de Paraguay autorizó la compra, por parte del Grupo Azeta, del 50% de las acciones de Biggie S.A. y Foodie S.A. que pertenecían a tres socios particulares: Joaquín Alejandro González Caballero, Rodrigo Salvador Mendelzon y Giuliano Caligaris Ramos. La operación fue aprobada sin imponer condiciones, lo que permitió a Grupo Azeta convertirse en socio del Grupo Zucolillo en estas empresas.
La clausura de Foodie’s genera preocupación no solo por el incumplimiento de las normas sanitarias, sino también por el alcance que esta distribuidora tiene dentro de la red de abastecimiento de Biggie, una de las cadenas de minimercados más extendidas del país. Las autoridades sanitarias no han precisado el plazo de la medida, pero señalaron que se mantendrá vigente hasta que la empresa subsane las irregularidades detectadas.