El embajador paraguayo en Estados Unidos, Gustavo Leite, destacó que el mercado norteamericano se ha convertido en una oportunidad estratégica para la carne paraguaya, pero advirtió que su aprovechamiento depende de un esfuerzo interno: elevar la calidad del ganado y ampliar el hato nacional.
En entrevista con el programa Valor Agregado, Leite señaló que en 2023 Paraguay exportó carne por casi 150 millones de dólares a EE.UU., logro alcanzado “sin ayuda de nadie, por mérito propio” gracias al trabajo conjunto de ganaderos, frigoríficos y brokers. Sin embargo, recalcó que el desafío ya no está tanto en conquistar mercados, sino en asegurar la materia prima: “Nuestra fábrica son los vientres. Si no invertimos fuerte, nos vamos a quedar sin madres”.
Para el diplomático, la apertura de mercados exigentes como Estados Unidos, Taiwán e incluso la posible habilitación de Japón, representa una demanda creciente por carne de alta calidad, lo que obliga a un cambio de mentalidad: “Quien no pueda hacer calidad no va a entrar a la cadena mundial y no obtendrá los mismos precios. No es discriminación, es la regla del mercado en cualquier parte del mundo”.
Leite subrayó que actualmente los ganaderos que entregan hacienda de calidad están recibiendo precios históricamente altos —cerca de USD 4,20 por kilo— y que la clave para sostener esta bonanza es incrementar el stock nacional con animales de alto valor. “Si tenemos 13 millones de cabezas de calidad, todos los productores tendrán buenos precios”, afirmó.
Asimismo, rechazó la creación de un Instituto de la Carne financiado de forma obligatoria por el sector, al que calificó como una “confiscación” y un riesgo para un sistema que “está funcionando bien”. Defendió que la promoción internacional debe seguir siendo iniciativa de los frigoríficos y asociaciones que voluntariamente decidan invertir en ello.
El embajador concluyó que Paraguay debe consolidar la confianza de los mercados internacionales a través del cumplimiento estricto de las exigencias sanitarias y la cooperación entre ganaderos, frigoríficos y autoridades. “No se puede correr antes de gatear. Primero debemos asegurar el estatus, y luego crecer en volumen y precio”, expresó.