El grupo terrorista Hezbollah lanzó este miércoles una dura advertencia al Gobierno del Líbano, asegurando que tratará “como si no existiera” la decisión oficial de desarmar a la organización, acusando al gabinete de cometer un “grave pecado”.
La tensión se produce en medio de la creciente presión de Estados Unidos y el temor a que Israel amplíe sus ataques sobre territorio libanés. El primer ministro Nawaf Salam anunció que el Ejecutivo había encomendado al ejército elaborar, antes de fin de año, un plan para restringir el uso de armas exclusivamente a las fuerzas gubernamentales.
En respuesta, Hezbollah afirmó que el Gobierno había “cometido un grave pecado al tomar la decisión de desarmar al Líbano de sus armas para resistir al enemigo israelí”.
Asimismo, el grupo respaldado por Irán denunció que la medida “socava la soberanía del Líbano y da a Israel vía libre para manipular su seguridad, geografía, política y existencia futura”.
“Por lo tanto, trataremos esta decisión como si no existiera”, advirtió Hezbollah en un comunicado que reafirma su rechazo al desarme y anticipa un nuevo capítulo de fricción política y militar en el país.