En un contexto de creciente tensión regional y presión diplomática, el presidente del Líbano, Joseph Aoun, reiteró su llamado a que el grupo terrorista Hezbollah entregue sus armas y se someta a la autoridad del Estado libanés. Las declaraciones fueron realizadas este jueves, durante su discurso conmemorativo por el Día del Ejército, y se producen un día después de que el líder del grupo chiita reafirmara públicamente su negativa a desarmarse.
La postura de Aoun refleja una creciente preocupación interna y externa por la influencia militar y política que ejerce Hezbollah dentro del país. “Hezbollah debe entregar sus armas”, expresó de forma categórica el mandatario, en alusión directa al brazo armado del partido respaldado por Irán.
El presidente también hizo referencia a negociaciones en curso con Estados Unidos en torno a este tema. “Estados Unidos presentó a Líbano propuestas preliminares a las que hemos hecho enmiendas fundamentales que se presentarán al gabinete a principios de la próxima semana”, afirmó Aoun, sin ofrecer mayores detalles sobre el contenido de dichas propuestas.
Washington ha reiterado en los últimos meses su preocupación por el papel que juega Hezbollah, considerado por Estados Unidos y varios países europeos como una organización terrorista. El grupo, sin embargo, forma parte del sistema político libanés y mantiene una importante base de apoyo popular, especialmente entre la comunidad chiita.
Las declaraciones del presidente Aoun marcan un momento clave en la política libanesa, ya que reviven el debate sobre la necesidad de restaurar el monopolio estatal sobre el uso de la fuerza, en un país donde milicias armadas han coexistido con las instituciones republicanas desde el fin de la guerra civil.