En medio del debate por la eventual creación del Instituto de la Carne en Paraguay, el prestigioso veterinario argentino y expresidente del SENASA, Bernardo Cané, lanzó una advertencia basada en la experiencia de su país: este tipo de organismos, en la práctica, terminan sirviendo más para “engordar” la burocracia estatal que para alcanzar los objetivos de expansión comercial o desarrollo industrial del sector cárnico.
“La experiencia en la Argentina con este tipo de organismos no ha sido buena”, señaló Cané a Nova, quien ocupó cargos relevantes en el sistema sanitario y agroalimentario argentino. “En la práctica han más servido para engordar la burocracia que para conquistar nuevos mercados o promover la industria cárnica”, afirmó tajantemente en declaraciones recientes, que han reavivado la discusión sobre el verdadero rol que debe cumplir el Estado en una actividad clave para la economía nacional.
El modelo impulsado por la Asociación Paraguaya de Productores y Exportadores de Carne (APPEC), la Asociación Rural del Paraguay (ARP) y el Consorcio de Ganaderos para la Experimentación Agropecuaria (CEA), encuentra resistencia por parte de la Federación de Cooperativas de Producción (Fecoprod), que teme una sobrecarga institucional sin resultados concretos. La propuesta contempla que el futuro Instituto de la Carne asuma funciones de promoción del producto nacional, participación en ferias internacionales, e incluso aspectos vinculados a la trazabilidad y la sanidad animal.
Sin embargo, Cané plantea una mirada distinta: “Recomendaría a las asociaciones de productores mirar los modelos sajones, en particular los de Australia y Nueva Zelanda, donde hacen todo de manera más sencilla, menos burocrática y mucho más eficiente”. Según el experto, el verdadero dinamismo del sector no radica en crear nuevas estructuras, sino en generar esquemas ágiles, con objetivos medibles y alta responsabilidad en la gestión.
“Como productor prefiero sistemas más livianos, no burocráticos, que funcionen por proyectos con un alto nivel de control de gestión y resultados”, insistió.
En Paraguay, los servicios sanitarios tienen como una de sus misiones principales el apoyo a las negociaciones de acceso a nuevos mercados. La discusión de fondo, sin embargo, gira en torno a si esa tarea se fortalece creando nuevas instituciones o si, por el contrario, debe mejorarse el funcionamiento de las que ya existen, evitando duplicaciones, superposición de funciones y el riesgo de que la burocracia se convierta en fin en sí misma.
“Con la estructura que tenemos y una buena estrategia no es necesario crear una institución nueva” sostuvo Alfred Fast, presidente de la Fecoprod Ltda., gremio que representa el 25% del hato ganadero y el 25% de las exportaciones totales de carne del Paraguay.
“Se han abierto nuevos mercados sin este instituto, estamos en pleno crecimiento, y si hay mucho por mejorar en las instituciones que ya tenemos, pero ¿Para qué crear entonces una nueva estructura que va a generar, mayor costo para el productor y sin tener certeza de los beneficios”, agregó
En lugar de sumar nuevas estructuras, el desafío real pasa por fortalecer los mecanismos existentes, eliminar la duplicación de funciones y enfocar los recursos en aquello que verdaderamente impacta en la competitividad del sector: la apertura de mercados, la simplificación de procesos y la eficiencia en la gestión. Si el objetivo es crecer, no se trata de multiplicar oficinas, sino de liberar al productor para que pueda hacer lo que mejor sabe: producir.