Una nueva filtración sacude al escenario político paraguayo y pone bajo la lupa al expresidente Mario Abdo Benítez. Según información exclusiva obtenida por el reconocido periodista argentino Luis Gasulla, registros bancarios filtrados desde una fuente confidencial revelan la existencia de dos sociedades de responsabilidad limitada (LLC) con fondos millonarios a nombre del exmandatario y su esposa, Silvana López Moreira.
Las cuentas estarían radicadas en Seychelles, un paraíso fiscal conocido mundialmente por su hermetismo y opacidad financiera, habitual refugio de fortunas que buscan mantenerse lejos del escrutinio fiscal y judicial. El monto total distribuido entre ambas cuentas supera los 20 millones de dólares, una cifra que contrasta de manera alarmante con el patrimonio declarado por Abdo al finalizar su mandato.
La primera cuenta, registrada bajo el número 3128614805, está domiciliada en el banco MCB International y fue abierta en noviembre de 2022, cuando Abdo aún ejercía la Presidencia de la República. Según los documentos filtrados, dicha cuenta albergaría un total de USD 12.316.108,44.

La segunda cuenta descubierta lleva el número 29478391 y está vinculada a la sociedad Exchange Contracts International Finance Limited, también registrada en Seychelles. Fue abierta en septiembre de 2023, apenas un mes después de que Abdo dejara el poder. Aunque aparece bajo el nombre de la empresa, los beneficiarios serían nuevamente Mario Abdo y su esposa, sumando así otros millones de dólares en fondos offshore.

De confirmarse la veracidad de esta información, el patrimonio oculto en el extranjero superaría siete veces el capital neto que Abdo Benítez declaró al abandonar el Palacio de López. Ninguna de estas cuentas, ni las supuestas utilidades “reservadas” en sus empresas privadas, figuran en su declaración jurada, lo que abre la puerta a posibles investigaciones por enriquecimiento ilícito, evasión fiscal y lavado de activos.
El silencio del exmandatario y de su entorno inmediato hasta el momento no hace más que alimentar las sospechas. La filtración ocurre en un contexto donde el descrédito de la clase política es creciente y las exigencias de transparencia son cada vez más firmes por parte de la ciudadanía.
Mientras tanto, queda en manos de las instituciones competentes determinar si este escándalo financiero quedará archivado como tantos otros, o si dará inicio a una investigación seria sobre el destino del dinero público y la responsabilidad de quienes estuvieron al frente del poder.