El rechazo al impuesto al carbono continúa ganando fuerza en el sector productivo nacional. Esta vez, fue la Confederación de Cooperativas Rurales del Paraguay (CONCOPAR Ltda) la que se pronunció de manera categórica contra la iniciativa, calificándola como una “carga injusta para la producción cooperativa”, que atenta contra la competitividad del país sin ofrecer soluciones reales al problema ambiental.
“Paraguay no debe aceptar una política de cooperación de castigo por responsabilidades ajenas”, señala el comunicado emitido por la entidad, en alusión directa a las presiones externas que buscan imponer este tipo de gravámenes a países que, como Paraguay.
El pronunciamiento de CONCOPAR se suma al de otras organizaciones del agro, como FECOPROD, que también alertaron sobre las consecuencias económicas y productivas que acarrearía la aplicación del impuesto. Según los gremios, se trata de una medida desproporcionada e injustificada, considerando que Paraguay emite solo el 0,1% del CO₂ global, y que su sector agrícola es, en muchos casos, captador neto de carbono gracias a prácticas sostenibles y de conservación del suelo.
Desde el movimiento cooperativo rural destacan que, lejos de ser parte del problema, el agro paraguayo representa una solución concreta al desafío del desarrollo sostenible. Aplicar un impuesto con base en parámetros pensados para países industrializados afectaría directamente al productor nacional, en especial a los más pequeños, y comprometería el crecimiento del país.
Un llamado a la defensa de la soberanía productiva
El sector agropecuario continúa instando al Gobierno Nacional a no ceder ante presiones externas y a priorizar el interés del país, apostando por políticas que fomenten la producción, el arraigo rural y el desarrollo económico, sin castigar de manera injusta a quienes hacen posible el abastecimiento interno y la generación de divisas a través de las exportaciones.
