La Universidad de Harvard está demandando a la Administración Donald Trump 24 horas después de que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) revocara su certificación para admitir estudiantes extranjeros, una escalada de su pelea con la institución y un esfuerzo por golpear su billetera.
El presidente de Harvard, Alan Garber, anunció la demanda en una carta a la comunidad de Harvard.
“Sin sus estudiantes internacionales, Harvard no es Harvard”, se lee en la denuncia.
La restricción gubernamental crea un daño inmediato e irreparable a la escuela y “pone en peligro el futuro de miles de estudiantes y académicos en Harvard y sirve como advertencia para innumerables personas en colegios y universidades de todo el país que han venido a Estados Unidos para continuar su educación y cumplir sus sueños”, escribió Garber.
El Departamento de Seguridad Nacional dijo que estaba retirando la autoridad de Harvard para inscribir a estudiantes extranjeros porque creía que Harvard no había logrado crear un ambiente de campus seguro para los estudiantes, especialmente los judíos, y alegó que muchos «agitadores antiestadounidenses y proterroristas» en el campus eran estudiantes extranjeros.