El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos ha denunciado la ejecución de 330 civiles pertenecientes a las minorías cristiana, drusa y alauita en Siria, a manos del islamismo radical. Las matanzas han ocurrido principalmente en la ciudad de Latakia, un histórico bastión de la comunidad alauita, que se ha convertido en el principal blanco de una ola de represalias por parte de las nuevas autoridades yihadistas en el país.
La organización internacional informa que las fuerzas de seguridad sirias, ahora bajo control de grupos radicales, han llevado a cabo las ejecuciones en un acto de venganza colectiva. En total, 333 civiles han sido asesinados en esta escalada de violencia, según la denuncia.
Los informes indican que los civiles «han sido aniquilados de una manera que no difiere de las operaciones llevadas a cabo por las fuerzas de seguridad del antiguo régimen», en lo que ha sido calificado como un crimen de guerra contra las comunidades perseguidas.
Esta nueva ola de violencia pone en evidencia la creciente vulnerabilidad de las minorías religiosas en Siria, donde el ascenso de grupos extremistas ha generado un escenario de persecución sistemática y brutal.