El 8 de marzo de 2025, el gobierno chino anunció la imposición de aranceles del 100% sobre ciertas importaciones provenientes de Canadá, en represalia por las tarifas que el país norteamericano había aplicado previamente a productos chinos para contrarrestar el dumping chino. La medida, comunicada por el Comité de Política Arancelaria del Consejo de Estado de China, entrará en vigor el 20 de marzo de 2025.
Los productos canadienses afectados por el nuevo arancel incluyen aceite de colza, tortas de semillas oleaginosas y guisantes, bienes cuyo valor comercial supera los 1.000 millones de dólares. Adicionalmente, China impondrá un arancel del 25% sobre otros productos como pescados, mariscos y carne de cerdo, afectando exportaciones canadienses valuadas en aproximadamente 1.600 millones de dólares.
Esta medida es una respuesta directa a las restricciones comerciales que Canadá implementó en octubre de 2024, cuando impuso un arancel del 100% a los vehículos eléctricos chinos y del 25% a las importaciones de acero y aluminio procedentes de China. Analistas interpretan la acción de Beijing como una advertencia ante la alineación de Canadá con las políticas comerciales de Estados Unidos, en un contexto de creciente tensión global impulsada por las amenazas arancelarias del presidente estadounidense Donald Trump.
Sin embargo, un detalle clave en la decisión china es la exclusión del canola de la lista de productos afectados, a pesar de que desde septiembre de 2024 se encuentra bajo una investigación antidumping. Esto podría interpretarse como un gesto táctico para dejar abierta la posibilidad de negociaciones, considerando que el canola es uno de los principales productos de exportación de Canadá a China, con un valor de 3.700 millones de dólares en 2023.
El trasfondo de esta escalada comercial radica en la postura de Canadá, que justificó sus aranceles como una medida para contrarrestar la sobreproducción y los subsidios estatales de China, siguiendo el ejemplo de Estados Unidos y la Unión Europea. Desde Beijing, sin embargo, se ha calificado esta acción como «proteccionismo comercial» que perjudica las relaciones económicas bilaterales.
Este nuevo cruce de sanciones comerciales se suma a un escenario internacional cada vez más tenso, luego de que en febrero de 2025, la administración de Donald Trump impusiera aranceles a Canadá, México y China, exacerbando la incertidumbre en el comercio global.
En conclusión, la decisión de China de aplicar aranceles del 100% y 25% sobre productos agrícolas y alimenticios de Canadá impactará un comercio bilateral valuado en más de 2.600 millones de dólares. No obstante, la exclusión del canola podría indicar que Beijing mantiene una ventana abierta para futuras negociaciones en medio de la creciente guerra comercial.