Las autoridades europeas se encuentran en estado de alerta tras la difusión de una nueva campaña propagandística atribuida al Estado Islámico, que circula en redes sociales incitando a cometer atentados con vehículos en ciudades del continente. La publicación, acompañada de un gráfico, insta a los yihadistas a perpetrar ataques contra multitudes en espacios públicos. «¿A qué esperas? Las calles están llenas de objetivos. ¡Atropéllalos!», reza el mensaje compartido en plataformas digitales.
Entre las ciudades mencionadas como objetivos potenciales en esta amenaza figuran Berlín, Múnich, Frankfurt, Viena, Bruselas, Amberes y Salzburgo. En respuesta a esta preocupante situación, la Unidad de Coordinación para el Análisis de Amenazas de Bélgica ha elevado el nivel de alerta de seguridad a un estado «grave», calificando la campaña como una amenaza «muy seria».
El eurodiputado sueco Charlie Weimers ha exigido una respuesta más firme por parte de las autoridades europeas, alertando que el continente debe «despertar» antes de que la situación se torne incontrolable. Según Weimers, la inacción frente a la radicalización podría tener consecuencias devastadoras para la seguridad ciudadana.
Por otro lado, un analista británico especializado en contraterrorismo advirtió recientemente en declaraciones a The European Conservative que el Reino Unido podría convertirse en una «base de poder global» para extremistas. Señaló que el aumento del voto sectario y la falta de una estrategia eficaz para combatir la radicalización están debilitando la capacidad del país para frenar el avance del extremismo.
Las autoridades europeas continúan evaluando la situación y reforzando las medidas de seguridad en puntos estratégicos, mientras los expertos advierten sobre la necesidad de una política más estricta para contrarrestar la amenaza yihadista en la región.