El Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) decidió suspender temporalmente la licitación para la compra de uniformes escolares tras la presentación de protestas por parte de varias empresas proveedoras. Lejos de tratarse de una irregularidad, esta medida responde estrictamente a lo establecido en la normativa de contrataciones públicas y garantiza la transparencia del proceso.
El ministro de Educación, Luis Ramírez, explicó en una entrevista con el canal GEN que la suspensión es una parte normal del procedimiento cuando se presentan objeciones. «No es algo extraordinario ni irregular, es parte del procedimiento», enfatizó Ramírez, señalando que la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP) debe analizar las observaciones antes de que el proceso continúe.
Según informó el ministro, cuatro empresas presentaron protestas contra la licitación, de las cuales una ya fue desestimada y tres continúan vigentes. El equipo jurídico del MEC está trabajando en la respuesta a estas objeciones, cumpliendo con los plazos establecidos por la ley para resolver cada caso de manera justa y equitativa.
Ramírez también desmintó los rumores que sugerían que la licitación estaba diseñada para favorecer a una sola empresa. Explicó que el proceso sigue la modalidad de «abastecimiento simultáneo», lo que implica que varias empresas deben ser capaces de cumplir con la demanda establecida. «La licitación exige un volumen de producción alto, en un tiempo récord, con calidad y entrega en todo el país. Esto implica que no cualquier empresa puede participar, pero eso no significa que esté dirigida», sostuvo.
Con esta decisión, el MEC reafirma su compromiso con la transparencia y el cumplimiento de la ley, asegurando que el proceso se lleve a cabo con el mayor rigor posible para garantizar que los estudiantes reciban uniformes de calidad en tiempo y forma.