El histórico teatro Gaïté Lyrique de París, conocido por su enfoque en espectáculos y exhibiciones de vanguardia, se encuentra en el centro de una controversia tras haber sido ocupado por más de 250 inmigrantes africanos desde el pasado 10 de diciembre. La ocupación se produjo después de que el teatro acogiera la conferencia titulada Reinventar la acogida de los refugiados en Francia, un evento gratuito que contó con la participación de académicos, funcionarios de la Cruz Roja y activistas, quienes extendieron una bienvenida a los migrantes.
Cuando el evento concluyó, los migrantes —provenientes mayoritariamente de antiguas colonias francesas de África occidental— se negaron a abandonar el lugar. Actualmente, el número de ocupantes ha aumentado a aproximadamente 300 personas, lo que ha generado una crisis para el teatro y la comunidad local. La dirección del Gaïté Lyrique ha emitido un comunicado expresando preocupación por el deterioro de las condiciones sanitarias y solicitando a las autoridades locales encontrar una solución habitacional adecuada para los ocupantes. “Aunque esta ocupación es forzada, es impensable que la Gaïté Lyrique arroje a estas personas a la calle en pleno invierno”, declararon los responsables del teatro.
El impacto financiero de esta situación ha sido devastador para el teatro y los negocios circundantes. Todas las funciones han sido canceladas hasta al menos el 24 de enero, lo que representa pérdidas directas estimadas en cientos de miles de euros. El modelo de ingresos del Gaïté Lyrique, basado en un 70 % en la venta de entradas y un 30 % en subsidios, se ha derrumbado. Asimismo, negocios locales como el bistrot vecino han sufrido una caída significativa en sus ingresos. “Están arruinando mi negocio”, declaró Elia, gerente del bistrot e hija de inmigrantes argelinos, quien estima pérdidas de 30.000 euros hasta la fecha.
Las tensiones también se han exacerbado por las quejas sobre el comportamiento de algunos ocupantes, incluyendo peleas y consumo de sustancias cerca del teatro. Mientras tanto, el Ayuntamiento de París, propietario del edificio y liderado por los socialistas, ha intentado sin éxito encontrar alojamiento alternativo para los migrantes. Sin embargo, señalan que no hay recursos disponibles y han pedido al gobierno del presidente Emmanuel Macron que intervenga, aunque hasta ahora no ha habido respuesta.