En un escenario donde la actividad parlamentaria se mide por la cantidad de proyectos de ley presentados, es inevitable cuestionar si se está priorizando el rumbo correcto para el desarrollo de nuestra democracia. En los últimos días, el cierre del año legislativo estuvo marcado por titulares que celebraban a los «más productivos», aquellos legisladores que más iniciativas registraron. Pero ¿es esta métrica realmente un indicador de productividad o de eficacia legislativa?
El fetichismo por la cantidad tiene un efecto perverso: encumbra la mediocridad y diluye el debate sobre lo que verdaderamente importa, la calidad.
No todos los proyectos tienen el mismo peso, ni el mismo impacto. Equiparar la declaración de «interés nacional» de la fiesta de capadores de chanchos con una propuesta que redefine cómo el Estado debe fiscalizar a las ONG financiadas desde el extranjero, como lo hizo el senador Gustavo Leite, es una distorsión que empobrece nuestra política.
El proyecto impulsado por Leite representa una de las iniciativas más relevantes del último tiempo. En un contexto donde las ONG juegan un rol fundamental en las políticas públicas y en la configuración del debate ideológico, garantizar la transparencia en el uso de los recursos y su alineación con los intereses nacionales no es solo un deber, sino una obligación moral de nuestros representantes. Sin embargo, su esfuerzo y dedicación quedaron eclipsados en la narrativa mediática por una métrica tan hueca como el número de proyectos presentados.
Celebrar la cantidad por encima de la calidad degrada el trabajo legislativo y transmite un mensaje equivocado a la ciudadanía: que lo superficial importa más que lo sustancial. Este paradigma contribuye a consolidar un Poder Legislativo más mediocre, donde la relevancia de las iniciativas es sacrificada en el altar de las estadísticas cómodas.
En lugar de aplaudir el volumen de propuestas, deberíamos analizar qué tan profundos y significativos son los cambios que impulsan. Porque al final, no se trata de cuántas leyes se presenten, sino de cuántas construyen un país mejor.