La familia de Osvaldo Jacquet, fallecido junto a su esposa Kristin y su hijo Philipe en un triple choque causado por Eugenio Sanabria Vierci, denuncia un presunto favoritismo por parte de la jueza Silvia Cáceres y la fiscalía que lleva el caso. Según los reportes, Sanabria Vierci conducía a alta velocidad y bajo los efectos del alcohol al momento del incidente.
Uno de los puntos más controversiales es la decisión de la jueza Cáceres de rechazar la querella presentada por el padre de Osvaldo Jacquet. La magistrada argumentó que antes de aceptarla, la familia debía demostrar que no existían parientes más cercanos interesados en querellar, una postura que, según el hermano de Jacquet, «trata el proceso como si se estuvieran repartiendo bienes de una herencia». Este requerimiento ha sido duramente criticado, ya que el Código Procesal Penal de Paraguay, en su artículo 67, no estipula tal condición.
La familia también señaló irregularidades en el manejo del caso por parte del Ministerio Público. La fiscal Zulma Benítez tomó vacaciones durante un momento clave del proceso y fue reemplazada por el fiscal Gedeon Escobar, quien accedió a una solicitud de la defensa de Sanabria Vierci para retrasar la pericia del accidente.
Por último, se cuestiona el trato preferencial otorgado al imputado, quien inicialmente debía cumplir prisión preventiva en un penal común pero fue trasladado a la «Agrupación Especializada», una dependencia policial que suele acoger a figuras públicas o personas de alto perfil. La familia Jacquet se pregunta si estas decisiones reflejan un trato normal o privilegios indebidos.
El caso sigue generando indignación pública, mientras los afectados exigen justicia transparente y sin influencias externas.