El boxeador argelino Imane Khelif, quien recientemente ganó la medalla de oro en la categoría femenina de 66 kg en los Juegos Olímpicos de París, está en el centro de un intenso debate. Su victoria, lejos de ser aplaudida, ha desatado un escrutinio mundial. La controversia comenzó en los octavos de final, cuando su oponente, la italiana Angela Carini, se retiró del combate tras solo 46 segundos, asegurando que nunca había recibido golpes tan fuertes en su carrera. La imagen de Carini abandonando el ring entre lágrimas se volvió viral, alimentando la controversia sobre la participación de Khelif.
Este episodio tomó una nueva dimensión al conocerse que la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) suspendió a Khelif antes de la final del Campeonato Mundial de 2023 por no cumplir con los criterios de elegibilidad de género. Según documentos de la federación, Khelif presenta características biológicas masculinas, incluyendo cromosomas XY. Sin embargo, tanto el Comité Olímpico Internacional (COI) como el Comité Olímpico Argelino (AOC) bloquearon la difusión de estos informes y permitieron que compitiera en los Juegos Olímpicos de París.
La situación se ha vuelto más delicada tras la filtración de un informe médico realizado en junio de 2023, en el que se revelan detalles sobre la condición genética de Khelif. Según el documento, obtenido recientemente por el periodista francés Djaffar Ait Aoudia, Khelif presenta un trastorno de insuficiencia de 5-alfa reductasa. Este síndrome, que se da en personas con cromosomas XY, impide el desarrollo de vello corporal y facial, y con frecuencia lleva a la infertilidad. Además, el informe relata que Khelif nació sin útero, con testículos internos y un micropene.