Las lluvias apocalípticas de la semana pasada han sumido a buena parte del sur de Brasil en una catástrofe, con inundaciones que han sepultado hasta el techo de las casas, y en el ese cuadro Porto Alegre vive un caos con decenas de miles de evacuados. La noticia grave de las últimas horas es que luego de que las aguas empezaran lentamente a bajar desde el jueves, este viernes volvieron las lluvias, y el mal tiempo anticipa que podría haber tormentas durante todo el fin de semana y hasta el lunes.
Obviamente ese cuadro climático no hace sino empeorar la crítica situación que viven centenares de miles de habitantes, en medio de un desastre que ya tiene más de 100 muertos, una cifra importante también de desaparecidos y que demandará meses, tal vez años, en superar su durísimo costo edilicio.
Hasta el momento el saldo oficial indica 127 fallecidos y 756 heridos, según Defensa Civil, en tanto que 141 personas aún desaparecidas, pero se da por seguro que el total de víctimas seguirá aumentando, ya que hay zonas del sur de Brasil al que los rescatistas todavía ni pudieron acceder.
Para los próximos días, el pronóstico indica precipitaciones «fuertes y persistentes», que se extenderán incluso al inicio de la semana próxima, según el Instituto Nacional de Meteorología. La especialista Cátia Valente advirtió sobre el riesgo de nuevos deslizamientos en el litoral norte y la sierra ‘gaúcha’: «Esa es nuestra mayor preocupación en este momento».
Según el último balance de Defensa Civil, hay 411.000 personas que debieron dejar sus hogares, la mayoría en casas de familiares o allegados, en tanto que 71.000 fueron alojadas en gimnasios, escuelas e iglesias. Como agravante de la situación, las autoridades deben además lidiar con denuncias de robos y violencia.