La ANDE es la Administración Nacional de Electricidad en nuestro país y tiene como objetivo satisfacer las necesidades de energía eléctrica en el territorio nacional. Demás está decir quedada la lacerante realidad tiene nota de aplazado. Para peor y es lo que explica el problema de fondo, el sector eléctrico es considerado como monopolio natural.
El monopolio natural es una teoría en la economía. La misma dominó por mucho tiempo hasta que la Escuela Austríaca, con Mises, Hayek y Rothbard, mostraron su debilidad. La teoría del monopolio natural fue dejándose de lado porque la realidad así lo decía debido al avance de la economía en estos últimos cuarenta años.
Se dice que el monopolio natural se da especialmente en la electricidad y el agua potable, que la provisión de las mismas sólo lo puede llevar a cabo una sola empresa. Y no es así. Los monopolios naturales fueron un invento de los estatistas de antaño y convalidado por los actuales, un mito de los muchos a los que tienen acostumbrados los colectivistas de todas las alas.
El primer avance contra el monopolio natural fueron los hechos. Los cambios tecnológicos desde la década de 1980. Las computadoras y otras tecnologías redujeron los costos al punto que propició la competencia primero en los mercados de energía mayoristas y luego en las ventas minoristas y así fue como empezó a funcionar la desmonopolización en el mismo sector eléctrico.
Luego, la estocada final fue dada por el Nobel de Economía, Vernon Smith, quien fue galardonado por sus aportes en el año 2002. La apertura del mercado eléctrico es absolutamente posible. La puesta en marcha de un mercado competitivo de electricidad logra beneficios para el consumidor con efectos sobre otros sectores.
El precio del consumo de electricidad es según la zona, la hora y época del año, motivo por el cual las empresas proveedoras pueden competir por sus precios al público, como ocurre en los mercados norteamericanos, el más avanzado en este sector.
Si en verdad en nuestro país se pretende elevar tanto la inversión nacional como extranjera para más producción y empleos, entonces deberán aconsejar y poner en práctica la apertura del mercado eléctrico, para acabar con la ineficiencia y corrupción de una empresa estatal que no funciona y nos hace perder oportunidades como país.
Seamos protagonistas de lo mejor y no espectadores de lo peor.