Señor presidente Santiago Peña, permítame presentarme, soy madre de 3 hijos. Y como mujer, no podría dar mejor referencia para el objeto de esta carta.
Hoy 1 de noviembre de 2023, ha dejado en terapia intensiva su credibilidad como presidente del electorado colorado e independiente. Usted está batiendo récord dentro del ciclo presidencial. La disminución de poder de los presidentes suele empezar al 3er o 4to año de mandato, pero usted ya se encuentra en UTI antes de cumplir los 100 días.
Algunos nos hemos visto obligados a votarle, ya que siempre nos generó desconfianza que sea un FMI boy, un Chicago Boy al decir de Calé . Hemos desconfiado de usted luego de tener una muy sospechosa conversión, de haber dicho que estaría a favor del matrimonio homosexual a pasar ser un férreo defensor de la familia conformado por hombre y mujer. De creer que el aborto «es debatible» a convertirse en guerrero provida. 24 horas después de aquellas declaraciones, tuvo que peregrinar por los medios amigos declarándose «provida y profamilia». Milagrosa conversión que no fue suficiente para ganar las elecciones contra Marito.
5 años después, su equipo de campaña acertó en elegir la bandera que lo llevaría al Palacio de López: Dios, Patria y Familia.
El pueblo paraguayo es ampliamente católico, y como segunda fe el cristianismo evangélico. A pesar de nuestras evidentes fallas y pecados, como pueblo, mantenemos una línea roja que no estamos dispuestos a cruzar, que es el derramamiento de sangre inocente mediante el aborto. Lo segundo es el total rechazo a la ideología de género, programa para la perversión de niños. Tan nefasta que ya algunos países «adelantados» están intentando volver atrás al ser evidente el criminal error que cometieron con sus menores.
Aquí todavía llamamos crimen y locura a lo que el mundo llama derecho a fuerza de ley.
En lo que respecta a la Patria, nos resistimos a la agenda globalista. Como usted mismo lo dijo en campaña: «somos el último bastión». Nuestro himno tiene una línea, que, aunque ya no se cante, lo llevamos en la sangre: «contra el mundo si el mundo se opone». Siempre nos tuvo sin cuidado la imagen ante «la comunidad internacional» si eso significase avergonzar a nuestra comunidad familiar.
Dios, Patria y Familia, presidente. Dios, Patria y Familia.
Ganó las elecciones prometiendo dejar fuera de los ministerios a las ONGs globalistas, prometió derogar el acuerdo con la Unión Europea por tener agenda propia anti-paraguaya, financista de organizaciones que trabajan para agendas extrañas, que los paraguayos rechazamos mediante el voto, prometió no bajar la bandera de campaña.
Pero rápidamente quedó claro que no iba a ser así, al ver sus designaciones:
- Walter Gutiérrez: mano derecha de Teresa Martínez, altamente resistida por los padres de familia. Ministra interpelada por la bancada cartista por promover la ideología de género. NIÑEZ
- Adriana Ortiz Semidei: premiada por el Foro Económico Mundial como joven líder mundial. Como dijo Klaus Schwab «hemos penetrado en los gabinetes». CULTURA
- por último y más importante: Luis Ramírez al MEC. Nada más y nada menos que el fundador de las ONGs al servicio de la Unión Europea como ministro de educación. Esta última designación fue como puñalada al corazón de los padres. El señor cuya fundación existe gracias al dinero de la Unión Europea, ahora debe defendernos de la Unión Europea. El gato cuidando la carne, la rata cuidando el queso. EDUCACIÓN
Decepción tras decepción, traición tras traición. Algunos todavía no perdían la esperanza afirmando que era pronto para sacar conclusiones. Inocentes.
Aguantó el reclamo previo al nombramiento de Luis Ramírez, aguantó la presión posterior a su designación, sin embargo, por mucho menos destituyó al casi ministro de salud Felipe González. Dejó clara su posición, NIÑEZ, CULTURA Y EDUCACIÓN han sido entregadas al globalismo.
Dios, Patria y Familia.
Para algunos tal vez pasó desapercibido un nombramiento suyo. El nombramiento de un correligionario del cual podría decirse que cuenta con mayor formación provida y profamilia que el promedio de su movimiento, y del cual seguro aprendió el discurso «Dios, Patria y Familia». A este profesor lo destinó a Cañas Paraguayas, para hacer… cañas providas.
Así, designación tras designación dejó en evidencia las prioridades de su gobierno.
Dios, Patria y Familia.
Algunos siempre dudamos de su capacidad política, ya que, seamos honestos, nunca tuvo una militancia. Pero tal vez, esta inexperiencia era justamente lo que necesitábamos. Una inexperiencia en la vieja política, inexperiencia en la traición electoral.
Pero esta semana aprendió que los políticos chantajean, aprendió que su misma bancada lo chantajea y lo chantajeará, aprendió de la noche a la mañana que no existe el peñismo. Pero lo malo no fue lo que usted aprendió, lo malo fue lo que nosotros aprendimos, que nuestro presidente se dejó chantajear por un puñado de políticos. Y si se quiebra ante el primer viento local, qué no hará ante la presión del huracán internacional.
Y es por esto, que lo ocurrido el día de hoy (al momento de escribir estas líneas, 1 de noviembre de 2023) no debió sorprender a nadie. Nuestro presidente Dios, Patria y Familia, pidió personalmente a sus senadores que voten en contra de la promesa que hizo en campaña: La derogación del acuerdo con la Unión Europea Ley 6.659/2020, veneno inoculado en la educación paraguaya.
Ya no importa si jura y rejura que la adenda nos blinda invocando la Constitución. Ya no importa si usted es un títere del globalismo, o un hombre débil de buenas intenciones. Quedó claro que, si no traiciona en cosas mayores, solo se debe a que no se encuentra en sus manos poder hacerlo. Quedó claro que los contentos con la votación de hoy fueron los globalistas, los de la «gobernanza», los mismos que llama retrógrados e ignorantes a los padres que rechazan el adoctrinamiento estatal de niños. Quedaron más que contentos con su adenda «blindaje», por algo será.
Tal vez nosotros lo mal interpretamos, por asumir que «Dios, Patria y Familia» se refería al Dios de los paraguayos, al Dios Trinitario: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Le faltó aclarar que no se refería a Jesucristo, hijo de Nuestra Señora la Inmaculada Virgen María, Patrona del Paraguay. Tal vez se refería al dios arquitecto de los masones, esos mismos que lo rodean y aconsejan.
A esta altura solo queda preguntarnos: a cuál dios, a cuál patria y a cuál familia responde.
En una cosa usted no mintió, y eso hay que reconocerlo: «La agenda 2030 continúa». Ya prohibió la importación de armas como Trudeau en Canadá y Lula en Brasil, pero hablar de eso sería extenderme demasiado.
Fuerza presidente, en una semana aprendió que no tiene aliados en el congreso, y le quedará claro que también hoy, terminó de perder a los aliados que sí tenía en las calles y en las casas.
No se equivoque presidente. Por mucho menos ha estallado el país, qué será por defender a nuestros propios hijos.
Esperamos verlo el 8 de diciembre, en la ciudad de Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé.
Por nuestro Dios, por nuestra Patria y por nuestra Familia.
Un cordial saludo